Pese a quedarse con ocho jugadores: São Paulo pasa por encima de U. Católica por 2-4

El Sao Paulo goleó este jueves sin piedad al Universidad Católica (2-4) en su bastión de San Carlos de Apoquindo y dejó prácticamente vista para sentencia su clasificación para cuartos de final de la Copa Sudamericana.

El gol de penalti de Reinaldo Manoel y los dos de Luciano la Rocha en el primer tiempo, junto al de Jonathan Calleri tumbaron a los Cruzados en una noche aciaga en la que los brasileños fueron superiores y se llevaron un magro botín pese a terminar el partido con solo ocho jugadores en el campo.

El equipo paulista salió mejor sobre el césped de la cordillera, más asentado en defensa y lúcido en ataque, superior igualmente al centro del campo decidido por Ariel Holan.

Y cobró ventaja a los quince minutos gracias a un error infantil del debutante Daniel González, recién fichado del Santiago Morning para la segunda parte de la temporada, quien se llevó por delante a Calleri en el área.

Apenas 12 minutos después, otro error garrafal, esta vez de otro debutante pero muy experimentado, Mauricio Isla, permitió a los brasileños redoblar su ventaja. El huaso salió bien al corte pero resbaló cuando trató de sacar el balón jugado y de la desgracia sacó petróleo Calleroi para darle a Luciano la Rocha un regalo.

El propio Luciano pondría tierra de por medio a su equipo poco antes de acabara la primera mitad, al resolver con enorme calidad un balón filtrado en el interior del área.

Los Cruzados salieron decididos a descontar en la segunda parte y lo hicieron apenas un minuto después gracias a una gran jugada de José Pedro Fuenzalida que culminó con su habitual olfato en línea de gol Fernando Zampedri.

Pero no fue más que un espejismo. Salo Paulo recuperó la presión y la presencia de la primera parte y en el 63 Patrick aprovechó un nuevo despiste de González, que no recordará con gusto su debut en competición internacional, para internarse en el área y lanzar un centro atrás que mandó a la red Calleri, que estuvo en todas.

A partir de ahí, y con la afición local lanzando todo tipo de objetos desde la grada, el partido comenzó a embarrarse y apareció el rosario de tarjetas que dejó muy tocado al São Paulo.

En el 50 se había ido a la caseta Igor Vinicios por doble amonestación tras una patada a Alfonso Parot. En el 72 fue Rodrigo Nestor quien se marchó con roja directa a instancias del VAR por un pisotón a Marcelino Nuñez. Y en el 86, Calleri acompañó a sus camaradas tras un codazo en un salto a Tomás Asta-Buruaga que le supuso la segunda amarilla.

Pero ni aún así, la escuadra precordillerana logró dominar y solo en el 85 logró maquillar el resultado y abrir cierta esperanza para la vuelta gracias a la intensidad de Gonzalo Tapia, que perseveró por un balón perdido en la banda, encaró, levantó el centro y sirvió un balón de oro a la cabeza que no desaprovechó Diego Valencia para cerrar un partido muy intenso, caliente, que se esperaba igualado peor en el que los brasileños fueron nítidamente superiores.