Felicevich es demandado por exjugador: Exige que representante pague $112 millones

Fernando Felicevich, representante de jugadores como Arturo Vidal, Alexis Sánchez o Gary Medel, volvió a hacer noticia, esta vez por ser objeto de una demanda de un exjugador que representó.

Se trata de Matías Campos Toro, jugador formado en Audax Italiano y que militó en clubes como Universidad de Chile, Universidad Católica y el Granda de España.

El exjugador que se desempeñaba como lateral, acusa al representante de evasión de impuestos y apropiación indebida.

En la demanda interpuesta ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, Campos Toro exige el pago de $112 millones por los traspasos de sus derechos de jugador realizados por Granada y Udinese.

“La mayoría de las sumas de dinero que yo debía percibir por concepto de mi trabajo como futbolista profesional las recibían ellos acá en Chile (Felicevich y socios), en sus oficinas ubicadas en Avenida Vitacura 5250, oficina 1006, comuna de Vitacura”, sostiene el exjugador en el escrito.

En ese sentido, Campos Toro también denuncia que Felicevich entabló un mecanismo para evadir impuestos. “(Las platas) me las entregaban mediante transferencia electrónica o en efectivo, todo de manera oculta. Esa era la manera en que eludían el pago de impuestos que correspondía pagar, ya que no quedaban registros”, sostiene la demanda.

Miedo al perjuicio

Uno de los puntos llamativos de la arremetida judicial del exjugador contra el representante es el por qué en su momento no alegó para que le fueran pagados estos montos.

Sobre esto, se detalla en la demanda: “Tenía un cierto temor a que me perjudicaran si los llegaba a contradecir, teniendo en cuenta que Fernando Felicevich es una persona con mucho poder dentro del fútbol chileno, de quien se dicen muchas cosas”.

Cabe recordar que Felicevich también ha sido sindicado durante los últimos días por las pruebas que han salido a la luz sobre el supuesto control que ejerce en clubes como La Serena o Huachipato, sin ser dueño o parte del directorio de las sociedades anónimas que controlan dichos equipos.

Esto, en la línea de que los representantes podrían influir de manera negativa en los clubes al tener intereses creados en las distintas partes que negocian contratos de jugadores, comisiones y otros recursos, de los cuales existe poca regulación y fiscalización.