Ministro de Justicia a Colo-Colo por Jordhy Thompson: «Es clave lo que dicen y no dicen»

Uno de los temas que se ha mantenido en la palestra estas semanas, es el alusivo a la situación del jugador de Colo-Colo, Jordhy Thompson, formalizado por femicidio frustrado tras un nuevo y grave episodio de violencia intrafamiliar, lo que lo llevó a la prisión preventiva y, tras una apelación, a permanecer con arresto domiciliario parcial.

Se trata de un contexto en que se han evidenciado señales diversas del club de Macul, pero no ha apreciado una condena categórica a la conducta del deportista, mientras surgen incluso informaciones que apuntan a ofertas por el deportista desde Rusia y ahora, supuestamente, desde Ecuador.

El interés del que se habla, ya fue comentado por la ministra de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg), Antonia Orellana, quien este jueves fue categórica en asegurar que, además, Thompson está con arraigo nacional, por lo que aunque llegue el Real Madrid a ofrecerle un contrato, «no puede salir del país».

«Creo que la ministra Orellana ha sido clara en ese sentido, pero además la ministra en el caso anterior, ha sido clara en la responsabilidad que tienen las figuras públicas, pero sobre todo las instituciones sociales como los clubes deportivos», aseguró este viernes el ministro de Justicia, Luis Cordero, consultado al respecto en entrevista con El Desconcierto.

«En este caso, no sólo respecto de la situación que le afecta a él, sino que la manera en cómo las instituciones, porque son más que un club deportivo, también son instituciones sociales, por lo tanto, la forma como reaccionan frente a la gravedad de los hechos también da una señal a a la sociedad, en este caso a los afiliados al club», agrega el secretario de Estado.

Sincerando su desacuerdo respecto de cómo ha reaccionado Colo Colo, Cordero recalca que «en el caso de figuras públicas, además de instituciones de esas características como los clubes deportivos que además tienen mucho arrastre en la sociedad, el rol simbólico que cumplan, pero también la reacción adecuada es clave para valorar y reprobar colectivamente cuando hay hechos graves de estas características».

«Además lesionan un elemento clave en la convivencia nuestra y en la cual la sociedad chilena ha hecho avances muy significativos (…) está toda la agenda de violencia que ha estado liderando la ministra Orellana», comenta.

Siguiendo con su análisis, el secretario de Estado es categórico en relevar que «entonces, no es simplemente un incidente respecto del cual uno pudiera hacer un comentario sobre el hecho que afecta a ese futbolista, es todo lo que eso representa para la sociedad y el rol que cumplen los clubes deportivos en eso. Es como en otros ámbitos, dar señales ejemplificadoras para el resto de la sociedad».

«Y desde ese punto de vista tienen un rol social muy significativo, no son simples instituciones privadas en las cuales transita un acto sujeto a la privacidad, son actos en los cuales tienen roles simbólicos que cumplir, al menos desde el punto de vista declarativo», agrega luego apuntando al discurso que ha mantenido el club en los permanentes hechos de violencia intrafamiliar en que ha incurrido el jugador, que trascienden al más grave que lo mantiene con arresto domiciliario parcial.

¿Siente que Colo-Colo ha estado al debe?, le preguntamos a Cordero. La respuesta de Cordero no se deja esperar, cuestionando sin ambigüedades a la dirigencia del club. «Completamente, y creo que las observaciones de la ministra Orellana desde el inicio de este caso, han sido muy claras en ese punto».

«Creo que este es el momento en que el fútbol entienda que cumple un rol, si tienen todo un rol formativo, no sólo formativo, el deporte también representa ciertos valores, es clave entonces lo que ellos dicen y lo que no dicen. Lo que dejan de decir es tan importante como lo que dicen y sobre todo en instituciones que tienen ese impacto en la sociedad», asegura categóricamente.

Finalmente, recalca que «ahí es donde está su activo y también en lo que uno como sociedad le debiera exigir».