«Llorando, urgidos»: Describen presente de excadetes de Cobreloa presos acusados de violación

El primer viernes de mayo, los nueve excadetes de Cobreloa imputados por la violación masiva a una joven, ataque que se habría producido en septiembre del 2021, tuvieron que acatar la decisión del Juzgado de Garantía de Calama, que en medio de la respectiva formalización, decretó la prisión preventiva de los deportistas, disponiendo de 120 días para la investigación.

SEgún la jueza María José Amengual, Óscar Ramírez Mendoza, Cristóbal Saravia Arredondo, Jhan Góngora Ordóñez, Rivaldo Hernández Pizarro, Nicolás Navarro Villafuerte, Patricio Romero Leiva, Lucas Román Avilés, Joaquín Agüero Núñez y Luciano Parra Villanueva, detenidos durante la mañana del jueves, constituyen un peligro para la sociedad.

Como consecuencia de la determinación judicial, los acusados del grave hecho fueron trasladados al Centro de Detención Preventiva de Calama, donde cumplirán la cautelar sobre la que La Tercera compartió una actualización de su estado emocional.

”Están bajoneados, se lo pasan llorando. Están urgidos, esa es la mejor definición para la forma en que están viviendo”, aseguró un testigo al medio citado, aludiendo a las primeras horas de reclusión de los acusados.

Aislados

De hecho, el detalle asegura que asumiendo este contexto, funcionarios de Gendarmería han intentado transmitirles tranquilidad y seguridad de que nada les pasará mientras estén bajo su tutela.

Paralelamente, la nota reporta que en el centro penitenciario se han mantenido en contacto con sus abogados, e incluso recibieron una encomienda con algunos artículos indispensables para su estadía en el lugar.

Previamente, siguiendo el protocolo correspondiente a cada interno que ingresa a una dependencia de este tipo, se les sometió a un chequeo médico integral, sin que se evidenciaran inconvenientes.

Por el momento, y en virtud de la manera en que se opera en casos de alta connotación pública, el grupo permanece aislado del resto de la población penal, sin acceso al patio, a fin de evitar que se vinculen con los reclusos con quienes comparten el encierro, más todavía considerando la gravedad del delito del que se le acusa.