Experto en nueva Ley de Pesca: «Estado tendrá más recursos y eso fortalece capacidad fiscal»

El pasado 29 de diciembre el gobierno ingresó el proyecto de nueva Ley General de Pesca que tiene como ejes la sustentabilidad, equidad, transparencia y modernización del sector pesquero, y que pretende lograr una distribución más equitativa de los recursos marinos entre los distintos actores del sector.

De hecho, el proyecto reemplazará a la conocida popularmente como Ley Longueira, cuya tramitación dejó en evidencia acciones de cohecho y tráfico de influencias y sobornos a parlamentarios, donde el UDI Jaime Orpis terminó en la cárcel.

Dentro de los pilares de la legislación se encuentran la mejor distribución entre el sector artesanal e industrial, pasando de 50% a 70% para el primero y bajando de 50% a 30% el segundo, con el fin de promover la equidad territorial y social.

Además, el proyecto busca fortalecer los instrumentos de conservación y manejo de la biodiversidad marina, basados en criterios científicos y ecosistémicos. Para ello se crearán, entre otros organismos, un Consejo Nacional de Pesca, un Consejo Científico Técnico y un Servicio Nacional de Fiscalización Pesquera y Acuícola.

Empleo y efectos a futuro

Al respecto, conversamos con el economista y exministro de Transportes de Michelle Bachelet durante su segundo gobierno, Andrés Gómez-Lobo, quien como académico del Departamento de Economía de la Universidad de Chile ha seguido el tema en profundidad.

En conjunto con Dante Contreras, también académico del mismo Departamento, presentaron el estudio «Estimaciones del empleo en el sector de producción de harina y aceite de pescado y los posibles efectos de eventuales reformas a la ley de pesca».

En dicha publicación, se analizaron las consecuencias en el empleo del cambio en el fraccionamiento de las cuotas globales a favor del sector artesanal, la eventual licitación de todas las licencias de pesca -lo que se terminó materializando en la propuesta entregada por el Ejecutivo- y el aumento en la fracción de las capturas destinadas a la fabricación de productos de consumo humano.

Desde ese trabajo, Gómez-Lobo precisa que el empleo en la flota industrial «probablemente no sería afectado ya que las mismas embarcaciones deberían seguir operando. En todo caso, la intensidad en el empleo de flota artesanal por tonelada de captura es mayor, por lo que el efecto neto debería ser positivo en el empleo aún cuando pueda disminuir la flota industrial».

Mientras, respecto al fraccionamiento, ambos académicos plantean que «en la medida que el sector artesanal capture una mayor fracción de las cuotas globales, el empleo aumentaría ya que la flota activa también aumentaría en alguna proporción».

Impactos positivos para artesanales

–¿Cómo la ley de pesca impactaría al ciudadano común?

Yo creo que nada directamente. Indirectamente, el Estado tendrá más recursos al poder apropiarse de parte de las rentas de la pesca y eso fortalece la capacidad fiscal. Pero sospecho que las cifras no son tan altas como para que sea tan notorio.

–¿Cómo se afectarán los precios de los productos que se comercializan? 

Los precios dependen del mercado internacional y no debería afectar los precios al menos de los productos de la pesca industrial.

–¿Qué pasará con la pesca artesanal?

Tampoco afectaría sus precios ya que estos dependen de la oferta y la demanda. La oferta depende del nivel de cuotas de captura y es independiente de quién las capture, ergo, los precios no se deberían ver afectados, al menos en el corto plazo. En el largo plazo, tener una ley que permita un mejor manejo de los recursos pesqueros y sustentabilidad, beneficia a los consumidores al contar con recursos que de otra manera serían muy escasos

–¿Cómo impactaría a las comunidades que se dedican a la pesca artesanal? ¿Darle más cuota a los pescadores artesanales podría cambiar o beneficiar la obtención de algún tipo de pescado en específico y su posterior distribución?

Ellos deberían ser beneficiados al tener una mayor parte de las cuotas globales de los recursos, que les permite obtener la renta por la captura, arriendo o venta de estos. Pero hay que tener en cuenta que la ley anterior también le daba una alta proporción de la cuota de los recursos a los pescadores artesanales, por lo que el cambio no debería ser tan grande en comparación con lo que reciben actualmente.