Académico y rebaja de tasa de interés: «Asegura que el costo de vida continúe bajando»

El miércoles 31 de enero el Banco Central acordó reducir la tasa de interés en 100 puntos base, dejándola en 7,25, una noticia que tendrá impacto en el país, además de un consecuente efecto en las finanzas personales.

Cómo debiera responder el mercado y de qué manera esta decisión incidirá en el bolsillo de la gente, es lo que detalla Boris Pastén, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Santo Tomás en entrevista con El Desconcierto.

En términos macroeconómicos del país, y asumiendo los desafíos en este ámbito para el año en curso, ¿qué significa esta medida y en qué debiera traducirse?, es lo primero que le consultamos. «Significa una señal de cautela por parte del Banco Central, considerando que estamos próximos a cumplir la inflación meta del 3%, existiendo espacio para una disminución de mayor magnitud», comenta.

«Si bien este cambio logra mantener controlada la inflación y el tipo de cambio, no permite presionar a la baja los costos de los distintos créditos, como los hipotecarios, en una economía necesitada de un estímulo mayor para su crecimiento», agrega apuntando específicamente a los efectos de plazo inmediato.

«Debería estimular la inversión»

Respecto de qué manera debiera redinamizarse el mercado y desde qué sectores debieran verse los mejores resultados, Pastén comenta que «la baja en la TPM (Tasa de Política Monetaria) no es lo sustancialmente grande para esperar grandes cambios en el mercado. En teoría, el cambio debería estimular la inversión y el consumo, debido a mejoras en las condiciones crediticias».

«Sin embargo, cambios graduales en la TPM, solo nos permiten asegurar que la inflación sea controlada, dejando de lado un mayor crecimiento económico y mejores niveles de empleabilidad», complementa el experto.

Qué efectos podríamos esperar a nivel de finanzas personales y cuál debiera ser el impacto más bien transversal para la gente y, específicamente para la clase media, es otra inquietud que responde el académico. «En general los efectos no serán inmediatos, pero existirán mejoras en el mediano plazo», detalla.

«Primero, la reducción de la TPM permite presionar a la baja el precio del dólar, lo que implica que el precio de los bienes importados, tales como los tecnológicos, bajen de precio. Además, favorece a quienes quieran tomar vacaciones y comprar paquetes o vuelos turísticos en dólares», ilustra.

Mejoraría acceso a la vivienda 

«Segundo, pero de manera gradual, veremos disminuir los costos de los créditos hipotecarios, lo que debería mejorar el acceso a la vivienda de la clase media», agrega. Y Finalmente, «asegura que el costo de vida continúe bajando».

Y en el ámbito del ahorro, «en el corto plazo, veremos disminuir la rentabilidad de los depósitos a plazos, por lo que se recomienda enfocar la inversión en renta variable, por ejemplo, en acciones de empresas o fondos mutuos».

Paralelamente, detalla que «dado que las empresas podrán acceder a préstamos de menor valor, se espera que su mayor crecimiento permita a sus inversionistas obtener mayores ganancias».

Por último, Pastén comenta que «respecto a la proyección de crecimiento económico» para el año en curso, espera «un crecimiento moderado, entre el 1% y 2%».