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Raúl Celis, vicepresidente adjunto de la CC: “Debemos seguir el camino del Frente Amplio”

Por: Por: Joaquín Castro Mauro. | Publicado: 25.01.2022
Raúl Celis, vicepresidente adjunto de la CC: “Debemos seguir el camino del Frente Amplio” Raúl Celis. | Foto: Agencia Uno.
En entrevista con El Desconcierto, el recién designado vicepresidente adjunto de la Convención Constitucional, analiza el trabajo realizado hasta la fecha por el órgano constituyente y cuáles son los pasos que debe seguir la derecha en los seis meses restantes del proceso. Además, profundiza acerca de las dificultades internas de Chile Vamos para definir quien ocuparía el puesto en la mesa ampliada y el costo político que esto ha traído a su sector.

Raúl Celis (59), abogado y convencional de Renovación Nacional, es una de las denominadas voces “dialogantes” de su sector. Su perfil negociador le ha valido ser una carta fundamental para que su colectivo RN-EVOPOLI-INDEPENDIENTES haya logrado acuerdos para conseguir firmas y apoyos para presentar normas constitucionales con diversos sectores. Capacidades que lo han posicionado como un nombre de consenso en Chile Vamos, en medio de un clima enrarecido, que ha impedido algo que se suponía era el rol vital de la derecha: ponerse de acuerdo.

-¿Cómo evalúa en general el desempeño de la Convención en estos seis meses?

En general, en estos primeros seis meses, los esfuerzos de la mesa directiva inicial se concentraron en la instalación de la Convención, y en establecer reglamentos que permitieran entrar a conocer las materias de fondo, que son la dictación de las normas constitucionales. Desde ese punto de vista creo que la directiva cumplió con su misión, porque ya están dictados los reglamento y las comisiones se encuentran funcionando. No obstante, creo que se pudo cumplir con ese objetivo en menor tiempo, lo que trajo como consecuencia que estemos algo retrasados. Uno puede discrepar si esto se podía hacer en menos tiempo, pero la evaluación de estos primeros seis meses ha sido bastante satisfactoria.

-Y en este contexto, ¿cómo cree que lo ha hecho la derecha?

Jamás pensamos que el resultado de la elección de convencionales  sería tan baja. Eso  nos dejó desconcertados, no llegamos ni al 25%, entonces tener esa baja cantidad de personas obliga a recurrir a estrategias diversas y tenemos que actuar bajo un criterio de minoría, que son lógicas completamente distintas a la que teníamos previstas previo al inicio del proceso, aunque con el pasar de los meses hemos ido fijando caminos dentro de RN-EVOPOLI-INDEPENDIENTES para tratar de que las cosas resulten. Para ello pretendemos llegar a acuerdos y consensos sobre la base de respetar nuestros principios fundamentales, porque creemos que esta no puede ser una Constitución de contingencia o de revancha que es la crítica principal que se le hacía a la del 80′, sino que hacer una carta magna que refleje un trabajo colectivo, aunque inevitablemente estará orientada a la izquierda porque son mayoría, pero que también garantice el buen funcionamiento de un gobierno de cualquier sector político.

-¿Cuál es el mayor desafío que enfrentará la derecha en esta segunda parte de la Convención?

Nuestro mayor desafío es encontrar la forma de incidir en el contenido de la Constitución, teóricamente las mayorías pueden prescindir de nuestro sector, porque tienen los números para aprobar las normas que quieran, pero pienso que existe una conciencia que creo que es generalizada acerca de que los consensos tienen que abarcar a nuestro sector y por el momento han existido puntos de coincidencia importantes.

-¿Dentro de sus principios está contemplado llegar a acuerdos con sectores de izquierda como la coordinadora o el PC?

Absolutamente, aquí hay muchas materias que son técnicas, por ejemplo, en la comisión número 1 de sistema político la gran mayoría de los temas no responden a una orientación ideológica, hay convencionales que apoyan el parlamentarismo y otros que estamos por el presidencialismo junto con el PC, entonces nosotros tenemos bastantes coincidencias con colectivos de izquierda y por eso esperamos en lograr acuerdos lo más amplios posibles

-¿Consideraría extender el plazo de la convención? 

A mi juicio es una muy mala idea, porque nosotros fuimos elegidos a sabiendas que nuestra función debía cumplirse dentro del plazo de un año contado desde el cuatro de julio de 2021 y a eso hay que ajustarse, lo que tenemos que hacer es deliberar en formas más rápida dedicarle más horas al trabajo, pero dar cumplimiento al plazo.

-Para destrabar lo de la vicepresidencia adjunta fue una negociación dura y usted fue sindicado como una figura negociante entre colectivos ¿Eso le entregó papeletas para quedarse con el puesto?

No lo sé, porque desde el inicio apoyaba a Cristián Monckeberg y me jugué a fondo para que él fuera el vicepresidente adjunto de nuestro sector. Me parecía que era lo más natural y razonable, él tiene una carrera política dilatada, ha sido presidente de Renovación Nacional (RN), pero lamentablemente se dio de otra manera. Yo expliqué que en mi condición de negociador era muy complejo asumir la vicepresidencia, pero el trato se hizo de forma nominativa con mi nombre, lo que me dejó sin mucho margen de negociación y solo cuando Cristián depuso su candidatura yo acepté ser la opción del colectivo.

-El que la UDI no le diera los patrocinios a Monckeberg, ¿fue un pasada de cuenta en su contra?

Ellos (la UDI) fueron muy claros en decir que no había nada personal en contra de Cristián, pero el reparo que tenían era la forma en la que se llevó a cabo la negociación, que nosotros buscáramos patrocinios en la Lista del Apruebo y después habláramos con ellos. En opinión de la UDI debimos haber consultado con ellos primero y, posterior a eso, hablar con otros sectores. Aunque, haber seguido ese procedimiento nos hubiera dejado en desigualdad de condiciones, porque nosotros somos 16 convencionales y la UDI tiene 21, por lo que pensamos en llegar en igualdad de condiciones a hablar con ellos para poder optar al cupo. Yo creo que debimos informar paralelamente a la UDI de nuestras negociaciones con la Lista del Apruebo.

-¿Eso no sería rendirle cuentas a la UDI…?    

Por eso uso la palabra «de forma paralela», porque la queja de ellos radicaba en que debimos informarles previamente y, desde luego, esto no se trata de pedir permiso.  Otra molestia se dio porque ellos entendieron, de parte de algunos miembros de nuestro colectivo, que nosotros no necesitábamos las firmas de la UDI, porque ya teníamos las de La Lista del Apruebo. Eso, a mí parecer, fue lo que más les molesto.

-¿Cree que fue una mala jugada política no haber tomado esos resguardos?

Fue un error si el hacerles pensar que teníamos los patrocinios para la vicepresidencia y no comunicarles que estábamos en conversaciones con otros grupos.

-¿Si vuelven a tener otra falla de comunicación más adelante podría traerles consecuencias más graves en la discusión de normas más adelante?

Hay que pensar que el problema se dio en base a la designación de un cargo y ahora estamos en los fondos de norma, que son materias diversas y la mayoría de los principios los compartimos, aunque podemos tener diferencias en puntos específicos, pero creo que serán los menos.

-¿Hubo algún momento en el que pensaron que no iban a llegar a un acuerdo por la vicepresidencia?

Hubo momentos en los que pensé que RN corría un riesgo de quedar sin la vicepresidencia adjunta, para eso también teníamos pensadas distintas alternativas en el caso que se presentara ese escenario, aunque era difícil que la UDI mantuviera el cupo porque tenía 21 de los 24 patrocinios, pero, eventualmente, Evópoli podía lograrlo al contar con cuatro convencionales y la UDI les había ofrecido los suyos.

-¿De dónde surgió la idea de separar el periodo de la vicepresidencia en 2?

Salió de varias personas, pero en el fondo todo este proceso produjo fracturas y heridas entre los colectivos de la centro derecha y la derecha. Por eso creo que lo más razonable para una situación así, era reparar dichas fracturas lo más rápido posible porque teníamos muy poco tiempo. Por eso le dimos un tratamiento de urgencia y ese fue distribuir el periodo de la vicepresidencia en dos personas.

-Hernán Larraín Matte dijo en una entrevista que Chile Vamos debía “hacer una profunda reflexión para proyectarse al futuro», ¿usted comparte ese diagnóstico?

Evidentemente que tenemos un déficit, nuestro candidato (Sebastián Sichel) ni siquiera llegó a la segunda vuelta presidencial, de modo que se trata de falencias que revelan una realidad del porte de una catedral y que tenemos que abordar de manera urgente. Ya estamos en ese proceso en RN y en la Convención Constitucional hemos enfrentado recurriendo a mucha gente joven que pertenece a centro de estudios vinculados a la centro derecha con la finalidad de incorporar nuevo aires para darles presencia y espacio, porque creemos que el déficit ha sido la falta de incorporación de gente joven y sustento doctrinario mucho más de peso. La derecha, lamentablemente, ha actuado mucho por reacción y creo que es hora de que volvamos a ser un sector más propositivo y, para ello, debemos aprovechar las herramientas que tengamos a mano, como la gente joven que no ha tenido espacio para desarrollar sus ideas en la política, porque han primado criterios electorales de corto plazo.

-No tienen una base nueva en las cámaras, como si la obtuvo el Frente Amplio para renovarse y luego llegar al gobierno…

Nosotros debemos seguir el camino del Frente Amplio, ellos optaron por darle espacio a numerosas causas como diversidad sexual, aborto o feminismo, que fueron copando gran parte de la agenda de la izquierda. Nosotros tenemos también muchos grupos de interés que defienden ideas que postulamos y es a ellos a quienes debemos entusiasmar e integrar. Me refiero a grupos que defienden la libertad de culto, el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos, la libertad de enseñanza, el feminismo provida, entre muchos otros, y son ellos los que en el futuro serán nuestros representantes.

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