«Clima de terrorismo sexual»: Natalie Portman recordó el acoso y violencia que experimentó tras su debut en el cine
Por: El Desconcierto
| Publicado: 23.01.2018
gettyimages-907802588 | Foto: Getty Images.
La actriz participó de la Marcha de las Mujeres en Los Ángeles y ofreció un discurso recordando sus primeros años en la industria y el acoso que comenzó a vivir desde niña: «Abrí emocionada mi primera carta de un fan para leer una fantasía sobre una violación que un hombre me había escrito», contó.
La actriz Natalie Portman participó durante el pasado sábado de la Marcha de las Mujeres, una manifestación que se realizó en diversas ciudades de Estados Unidos con el objetivo de reclamar igualdad y exigir el fin de la discriminación y violencia.
Portman tomó la palabra ante más de 500 mil manifestantes que se encontraban en Los Ángeles y ofreció un discurso que también compartió más tarde en su cuenta de Instagram.
La intérprete recordó su rol en la película «León, el profesional», que fue filmada en 1994, cuando solo tenía 12 años. Desde entonces, aseguró Natalie, comenzó a experimentar un «terrorismo sexual» que le hizo sentir la necesidad de cubrir su cuerpo e inhibir su expresión.
Portman comenzó a recibir cartas de fans y la primera misiva que leyó la horrorizó por completo: «Abrí emocionada mi primera carta de un fan para leer una fantasía sobre una violación que un hombre me había escrito», contó.
«En mi programa de radio local se inició un conteo regresivo hacia mi cumpleaños 18 – eufemísticamente la fecha en la que sería legal acostarse conmigo. Los críticos de cine hablaban en sus reseñas sobre mis pechos en ciernes. Entendí rápidamente, aún teniendo 13 años, que si me expresara sexualmente, me sentiría insegura y que los hombres se sentirían con derecho a discutir y objetivar mi cuerpo para mi gran incomodidad», sostuvo la actriz.
Debido a estas experiencias, Natalie Portman confesó que sintió la necesidad de cambiar su comportamiento y rechazar papeles con escenas amorosas, formando la imagen de una «mojigata, conservadora, estudiosa, seria» con el objetivo de sentirse respetada.
«Con 13 años el mensaje de nuestra cultura fue claro: sentí la necesidad de tapar mi cuerpo, inhibir mis emociones y mi trabajo para enviar el mensaje al mundo de que era alguien que merecía respeto y seguridad. La respuesta a esa forma de ser, desde pequeños comentarios sobre mi cuerpo a frases mucho más amenazadoras, sirvieron para controlar mi comportamiento en un clima de terrorismo sexual», cerró la actriz.
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