Un segundo terremoto sacudió las cosas de Nueva Zelanda, país que ya había sido azotado pocas horas antes por un sismo de gran magnitud, lo que reactivó la alerta de tsunami que había sido bajada pocos instantes antes.
La Agencia de Manejo de Emergencias de Nueva Zelanda nuevamente llamó a la población a subir a terrenos lejanos de las costas, debido a la posibilidad que una masa de agua llegue a la zona cercana del epicentro.
El primero quedó cifrado en 7.3 grados en la Escala de Richter por la USGS, mientras que el segundo, poco más de tres horas después, fue de magnitud 7,4, cerca de las Islas Kermadec, con una profundidad de sólo 55.6 kilómetros.
«Con base en los parámetros preliminares del terremoto, las olas de tsunami peligrosas son posibles para las costas ubicadas dentro de los 300 kilómetros del epicentro del terremoto«, dijo el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico con sede en Hawái, en su cuenta de Twitter.
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Hasta el momento no se han reportado daños estructurales o heridos por este segundo terremoto que se percibió en las costas de Nueva Zelanda.