Giorgia Meloni | @FratellidItalia
Mientras ultraderechistas como el húngaro Orban celebran, los analistas hablan de un “nuevo estadio” del ascenso del populismo y los mercados ponen el foco en la gran deuda italiana. En tanto, a nivel diplomático, prima la cautela. “Debemos seguir trabajando juntos”, dijo Macron.
El ascenso al poder de Giorgia Meloni, la ultraderechista que este domingo se hizo del cargo de primera ministra de Italia, está generando una serie de reacciones tanto en el país europeo como fuera de él.
“Fascismo en Italia” fue la frase más repetida en los análisis de la prensa internacional. “El populismo que inició su camino en Occidente con Trump en EE.UU. y que siguió con el Brexit y Johnson en Reino Unido, alcanza un nuevo estadio con el ascenso de un partido neofascista por primera vez en un país fundador de la Unión Europea”, publica la newsletter del diario El País de España editado por Berna González Harbour.
Para Reuters, probablemente este resultado active las alarmas en las capitales europeas y en los mercados financieros, por el deseo de mantener la unidad en las relaciones con Rusia y la preocupación por la envergadura de la deuda italiana.
A nivel europeo, las reacciones no se hicieron esperar. El presidente francés, Emmanuel Macron, mostró este lunes su «respeto» por el resultado. «El pueblo italiano ha tomado una opción democrática y soberana. La respetamos. Como países vecinos y amigos, debemos seguir trabajando juntos«, señaló el presidente francés en una declaración trasmitida a los medios.
Por su parte, la portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, pidió este lunes asumir lo expresado democráticamente por la ciudadanía italiana, tras la victoria de la derecha en las elecciones generales, que sitúa a la ultraderechista Giorgia Meloni al frente del Ejecutivo de ese país.
«Hay que respetar la democracia», dijo Rodríguez al ser consultada sobre la victoria de Meloni a su llegada a un desayuno informativo en Madrid, al que también asistió la ministra española de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, que no quiso hacer declaraciones.
En otro desayuno informativo, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, no quiso profundizar en los resultados de las elecciones italianas, aunque recordó que España está «comprometida con la construcción europea», y advirtió de que en Europa hay «dos modelos enfrentados».
En tanto, la Comisión Europea se limitó a destacar que espera una «cooperación constructiva con las nuevas autoridades italianas», dijo el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, quien negó que los comicios se puedan leer como un «juicio» a las políticas europeas.
Por su parte, el Kremlin aseguró que confía en la «objetividad» y la postura constructiva del futuro gobierno italiano tras la victoria de la extrema derecha en las elecciones del domingo.
«Estamos dispuestos a dar la bienvenida a cualquier fuerza política capaz de mirar más allá de la corriente mayoritaria, llena de odio hacia nuestro país, y mostrar objetividad y una postura constructiva», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Agregó asimismo que los comicios en Italia y sus resultados son «un asunto exclusivamente interno» de ese país.
Las relaciones con Rusia han sido uno de los temas de la campaña electoral en Italia por, entre otras cosas, las declaraciones del líder de la ultraderechista Liga, Mateo Salvini, sobre la ineficacia de las sanciones a Moscú por la campaña bélica en Ucrania, así como sus elogios al presidente ruso, Vladimir Putin, en el pasado.
En tanto, el primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, felicitó este lunes a Meloni. “Bravo, Giorgia. Una victoria muy merecida. ¡Felicidades!», dijo Orbán en sus redes sociales sobre la victoria de la formación Hermanos de Italia (FdI) en las elecciones legislativas del domingo.
La prensa progubernamental húngara destaca la buena sintonía entre Meloni y Orbán desde hace años, en asuntos como la lucha contra la inmigración y la defensa de la soberanía de los Estados.
En todo caso, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, hizo comentarios que en la coalición de derecha de Italia ya interpretaron como una amenaza. “Si las cosas van en una dirección difícil tenemos instrumentos, como en el caso de Polonia y Hungría”, advirtió.
A nivel interno, el Partido Democrático (PD), de centro-izquierda, resintieron los resultados expresados en las urnas. «Es una noche triste para el país», dijo Debora Serracchiani, diputada de este conglomerado al tiempo que aseguró que “(La derecha) tiene la mayoría en el Parlamento, pero no en el país».
Paralelamente, reconoció la victoria insistiendo en el rol que debe ocupar su sector tras los resultados de este 25 de septiembre. “Somos la primera fuerza de oposición y la segunda fuerza política y tenemos que hacer una oposición importante ante Europa y ante nuestro país en este momento delicado”, sostuvo tras la derrota.
El resultado ya se ha cobrado su primera víctima, el líder progresista Enrico Letta, que abandonará la dirección del Partido Demócrata en el próximo congreso de la formación.
