Quiénes fueron los personajes que remecieron la política internacional en 2022

El mundo que comenzó en enero del 2022 ya no es el mismo. El panorama ha cambiado con el retorno de los conflictos bélicos, pero también con la irrupción de nuevos gobernantes y el surgimiento de nuevas tendencias que amenazan con tomar su tajada del planeta.

¿Quiénes fueron los principales protagonistas de este agitado año? Revisa este breve resumen que preparó El Desconcierto.

Putin y Zelenski: Los dos rostros de la guerra

La invasión de Rusia a Ucrania, sin duda, fue el hecho político de mayor relevancia mundial. El conflicto bélico es considerado el ataque militar de mayor envergadura en Europa desde la Guerra de los Balcanes, que ocurrió hace ya 20 años.

El primer golpe lo asestó Vladimir Putin, cuando su gobierno reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk en la región del Donbás, al este de Ucrania. Luego, el 24 de febrero, el mandatario ruso autorizó la ejecución de una «operación militar especial» en esa zona, mediante la ocupación de fuerzas terrestres y el lanzamiento de misiles en distintas ciudades, incluida la capital Kiev.

Pese a la superioridad en el papel del Ejército ruso, al frente se encontró con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, quien logró aunar el apoyo de occidente para articular la resistencia en su país. Especialmente beneficioso resultaron los recursos y la inteligencia militar aportados por la OTAN y la Unión Europea.

El desempeño mediático del mandatario ucraniano fue otro de sus puntos fuertes. De hecho, la revista TIME lo declaró persona del año y ha realizado exposiciones en distintas universidades del mundo.

Pese a ello, el conflicto continúa vigente tras casi 10 meses. Putin logró subsistir a las sanciones internacionales gracias a sus alianzas comerciales con China e India y su imagen interna ha ido mejorando, pese a que aún no puede mostrar victorias concretas obtenidas de esta guerra.

Meloni y Truss: Las dos caras de la derecha europea

En septiembre, Giorgia Meloni ganó las elecciones y se convirtió en la primera mujer en gobernar Italia. Su figura es controvertida a nivel internacional, debido a su formación al alero del neofascismo italiano y su admiración por Benito Mussolini.

En los comicios superó a sus compañeros de coalición, Matteo Salvini y Silvio Berlusconi, consolidándose como la líder más fuerte de la derecha italiana.

Además, es la señal más certera del ascenso de los ultraconservadores en Europa, en línea de lo que ha pasado en la Hungría de Viktor Orban, o el poder que han ido acumulando agrupaciones como Vox en España, la Agrupación Nacional en Francia o los Demócratas en Suecia.

En contraste, la derecha en el Reino Unido vive su peor momento. En julio, el primer ministro Boris Johnson, líder del Partido Conservador, dimitió a su cargo. Su reemplazante, Liz Truss, hizo lo mismo tras solo 45 días.

La gobernante trató de llevar adelante una política ultraliberal, marcada por la baja de impuestos. Sin embargo, la medida hundió a la libra a sus mínimos históricos y fracasó en apenas un mes.

Su salida ocurrió pocas semanas después del fallecimiento de la reina Isabel II, por lo que esta dimisión fue una de las primeras labores que tuvo que cumplir el rey Carlos III.

Petro y Lula: El retorno de la centroizquierda a Latinoamérica

En Latinoamérica, asumieron tres presidentes de centroizquierda en 2022, reimpulsando una tendencia que se había revertido en la última década. El primero fue Gabriel Boric en Chile, quien derrotó a José Antonio Kast en la segunda vuelta de diciembre de 2021 con más del 55% de los votos en segunda vuelta. Sebastián Piñera le entregó la banda presidencial en marzo de este año.

Luego llegó el turno de Gustavo Petro en Colombia. El economista fue el abanderado del Pacto Histórico y le puso fin a una histórica tradición electoral derechista en ese país. El pasado 19 de junio, en una estrecha segunda vuelta, derrotó a Rodolfo Hernández con el 50,44% de los votos.

Su agenda la puso en marcha rápidamente, y en un semestre ya logró la aprobación de la reforma tributaria —aunque con varios cambios producto de las negociaciones— y el aumento del sueldo mínimo en casi un 16%. Además, el mandatario colombiano permitió que cientos de jóvenes encarcelados por las protestas de 2021 pudieran enfrentar sus procesos judiciales en libertad.

Por otro lado, en octubre se llevaron a cabo las elecciones generales en Brasil. En un apretado balotaje, Lula da Silva volvió a convertirse en presidente de ese país tras derrotar a Jair Bolsonaro tras obtener el 50,9% de los sufragios.

Si bien el cargo lo asumirá el próximo 1 de enero, su llegada al poder no ha estado exenta de polémicas, especialmente por la resistencia del mandatario ultraderechista a entregar el mando. De hecho, ya anunció que no estará presente en la ceremonia y se irá de viaje.

Castillo y CFK: El lado feo del continente

En Perú, las cosas se empezaron a tensar en noviembre y terminaron por estallar en diciembre. Justo en la mañana en que se iba a discutir su vacancia, el presidente Pedro Castillo anunció la disolución del Congreso y el establecimiento del Estado de Excepción.

Este intento de autogolpe fue rápidamente controlado por las instituciones, incluidas las Fuerzas Armadas. El parlamento terminó destituyendo al mandatario por 101 votos a favor, seis en contra y 10 abstenciones. En su lugar asumió la vicepresidenta de Perú, Dina Boluarte.

Por su parte, Castillo permanecerá en prisión preventiva durante 18 meses mientras dura la investigación por el presunto delito de rebelión y conspiración.

Otra de las protagonistas continentales fue la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien fue condenada a seis años de cárcel por corrupción.

La sentencia la priva de ocupar cargos públicos de por vida, sin embargo, el fallo no implica su ingreso inmediato a prisión, ya que deberá ser ratificado por la Cámara de Casación y la Corte Suprema.

En su defensa, la vicepresidenta trasandina negó todos los cargos y aseguró que está siendo víctima de un complot jurídico en su contra, lo que internacionalmente ha sido llamado «lawfare».

Xi Jinping frente a las protestas

A fines de noviembre, China enfrentó una ola de protestas contra las medidas restrictivas anti-Covid, a raíz de un incendio en un edificio de la ciudad de Urumqi, donde murieron 10 personas y se culpó al confinamiento de dificultar las labores de rescate.

Las inéditas manifestaciones marcaron un punto de inflexión en el gigante asiático y se volvieron un foco de conflicto interno para el gobierno de Xi Jinping.

Además, el hecho ha tenido un efecto colateral, ya que se han multiplicado los casos de Covid-19 en China. En los últimos días se han detectado más de 37 millones de nuevas infecciones, provocadas principalmente por la variante BF.7.