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Cinco antecedentes del adverso presente de uno de los campos de refugiados más antiguos

Por: Por Carolina Ceballos, con información de comunicado de prensa | Publicado: 26.01.2023
Cinco antecedentes del adverso presente de uno de los campos de refugiados más antiguos | Lucy Makori/MSF
La campo de refugiados de Dadaab, en Kenia, la situación se torna cada vez más apremiante, lo que testimonia Médicos sin Fronteras, que entrega reveladores antecedentes de su funcionamiento bajo precarias condiciones.

El campo de refugiados de Dadaab, en Kenia, es uno de los más antiguos del mundo. ¿Cómo opera? Se trata de un recinto que ha acogido principalmente a refugiados somalíes desde el comienzo de la guerra civil de Somalia (1991), año desde el que sucesivos ciclos de conflicto, además de patologías como el cólera y la sequía han tenido como consecuencia una ampliación en el tamaño de los tres campamentos que tiene el establecimiento: Dagahaley, IFO y Hagadera que actualmente albergan a más de 300.000 personas.

Médicos Sin Fronteras (MSF) ha otorgado asistencia sanitaria en Dadaab y sus alrededores durante la mayor parte de los 30 años de existencia del campamentos, por lo que es testigos del agravamiento de su situación humanitaria, que ha evidenciado un récord de admisiones por desnutrición severa en el hospital de la organización en Dagahaley.

Sin embargo, no se conoce masivamente cómo opera el lugar del que la entidad da a conocer algunos aspectos de relevancia que resumen en cinco datos.

En el campo de Dagahaley, varios factores están agravando la situación humanitaria y poniendo a prueba la capacidad sanitaria en este sitio. Por un lado, el brote de cólera está golpeando a los campos de refugiados, así como a las comunidades de los condados de Garissa y Wajir, donde fue declarado a fines de octubre.

Paralelamente, a esta situación se suman la devastadora sequía y el prolongado conflicto que siguen desplazando a población del Cuerno de África en busca de alimentos y agua.

Por último, la inadecuada respuesta humanitaria como resultado de la escasez de fondos está provocando que haya más necesidades sin cubrir relacionados con agua y saneamiento, nutrición, salud y protección.

Los ingresos hospitalarios de niños con desnutrición severa se han disparado en Dagahaley. En 2022, MSF trató la cifra récord de 12.007 pacientes −la inmensa mayoría niños− en su unidad pediátrica y en el centro hospitalario de nutrición terapéutica de Dagahaley, un 33% más que el año anterior.

Al igual que el alarmante aumento de ingresos infantiles, los datos de la entidad confirman un incremento de la tasa de desnutrición aguda global entre los niños del campo de Dagahaley, que alcanzó el 8% durante el cribado que se hizo con MUAC, un brazalete que mide la circunferencia media del brazo, en diciembre de 2022. Esto supone un aumento del 45% en comparación con el cribado anterior de julio de 2022.

Las previsiones reflejan un panorama sombrío para los refugiados este año. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas ha pronosticado una nueva estación fallida de lluvias de marzo a mayo de 2023, la sexta consecutiva, lo que agravará la escala y la gravedad de la emergencia humanitaria en el Cuerno de África. Además, los recortes de financiación previstos para los refugiados obligarán a reducir aún más las operaciones en un momento en que las necesidades están aumentando rápidamente. ​

– En coordinación con la comunidad de acogida y varios actores humanitarios, MSF ha ampliado su respuesta de emergencia más allá de la atención médica integral en el campo de Dagahaley. La organización ha abierto dos puestos médicos, ha construido 50 letrinas, ha instalado dos depósitos de agua y ha distribuido artículos de refugio para unas 800 familias recién llegadas que residen en las afueras del campo. A pesar de los esfuerzos de MSF por atender a los refugiados más vulnerables que viven en la periferia del campo de Dagahaley, la actual crisis humanitaria en Dadaab requiere urgentemente una respuesta a gran escala para evitar un mayor deterioro.

MSF pide a los donantes que liberen fondos lo antes posibles, ya que son imprescindibles para satisfacer las crecientes necesidades de asistencia y protección. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha convocado a los donantes para movilizar recursos que permitan la reapertura del campo IFO 2, inicialmente cerrado en 2018, para acomodar hasta 80.000 refugiados de los campos congestionados antes de la temporada seca que se aproxima, cuando se espera que más personas lleguen a Dadaab.

A menos que los llamados de los donantes se materialicen y se tomen medidas urgentes, la llegada de refugiados puede hacer que la crisis supere los niveles que las organizaciones humanitarias pueden gestionar con los recursos actualmente asignados. Los refugiados en Dadaab llevan 30 años atrapados en una situación de emergencia crónica.

Aunque la prioridad inmediata es responder a las crecientes necesidades en los campos, es igualmente vital aplicar un programa de soluciones duraderas para los refugiados −integrado en el marco jurídico keniano, en particular la Ley de Refugiados de 2022−, ya que su aplicación en Dadaab se ha retrasado.

 

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