Analista explica crisis en Ecuador: «Se debe a 20 años de debilitamiento del Estado»

El Presidente Daniel Noboa, quien llegó al poder en octubre tras una campaña marcada por el asesinato de varios candidatos en diversos cargos, entre ellos el presidenciable Fernando Villavicencio, reconoció que el país vive un “conflicto armado interno” y movilizó a las Fuerzas Armadas para restablecer el orden. Mientras tanto, la Asamblea Legislativa aprobó un decreto de amnistía para que los miembros de las fuerzas del orden puedan cumplir su deber designado sin miedo a juicios posteriores, ante el riesgo de bajas civiles en las ciudades ecuatorianas.

Una crisis que se agravó con la fuga del narcotraficante Adolfo Macías, alias ‘Fito’, el cabecilla de Los Choneros, una de las organizaciones criminales más temidas en el país, que provocó motines en seis cárceles, la ocupación de un canal de televisión en Guayaquil, sedes universitarias y hospitalarias en Guayaquil, la ciudad más afectada por los ataques.

Para entender esta crisis hay que remontarse por lo menos a «20 años atrás», afirma el analista internacional de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, en conversación con El Desconcierto.

«Hay que reconocer, en primer lugar, que los índices de criminalidad traducidos en las tasas de asesinatos y homicidios durante el periodo del exPresidente Rafael Correa (2007-2017) bajaron. Eso se puede comprobar», asegura.

Aunque esos datos no reflejan las reformas que se dejaron de hacer, como hacer efectivo el reemplazo de la base aérea estadounidense por un control efectivo de vigilancia de otro organismo público.

La base aérea norteamericana en el puerto de la ciudad de Manta, que operó entre 1999 y el 2009, fue cerrado como un acto de soberanía, pero su «tarea de vigilancia no fue reemplazada por un organismo de similares características», dijo Aranda.

La crisis desatada esta semana en Ecuador, precisamente sucede en otro puerto: Guayaquil, donde desde el 2009 se registra una escasa vigilancia sobre los embarcaderos y el tráfico y criminalidad que ahí se viene generando «por 20 años de debilitamiento del Estado».

Además, «la reforma del Código Penal del 2014, promulgada en pleno gobierno socialista de Rafael Correa», no previó la crisis de seguridad pública que se avecinaba por el traslado de carteles mexicanos y colombianos a la zona, que estratégicamente decidieron migrar a estados con instituciones debilitadas como, hoy se demuestra, es Ecuador.

Ecuador, al igual que Chile, era una zona de tránsito intenso para el tráfico de drogas, pero en los últimos años ambos «pasaron a ser un punto de acopio y redistribución a diversas rutas internacionales», lo que explicaría parte de esta crisis social.

Para «asegurar esta nueva realidad es necesario instalar centros operacionales. En Ecuador queda claro que están en los recintos penitenciarios donde la actividad delictiva continúa, y dos, en determinados vecindarios, barrios, donde hay una escasa presencia del Estado y donde finalmente se instalan el narcotráfico», cierra Aranda.