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«María cuñada mía»: Un ejemplo de habla vulgar, coprolálica y marginal

Por: Gonzalo Schwenke, crítico literario, Valdivia | Publicado: 23.09.2020
«María cuñada mía»: Un ejemplo de habla vulgar, coprolálica y marginal ©Iván Martínez |
«María cuñada mía» (Laurel, 2019) de Joannes Lillo (Santiago, 1989) lo compré en la última Primavera del Libro del Parque Bustamante y llamó la atención por las cuarenta y cuatro páginas que contiene, diferenciándose del catálogo de la editorial en relación a volumen y diseño. En el libro no hay ningún dato sobre el autor, pero en la página de la editorial se menciona que este cuento ha sido premiado en los Juegos Literarios Gabriela Mistral (2015).

De vez en cuando, aparecen escritores con respaldo editorial que sacan novelas cortas o cuentos largos con diseños rimbombantes, para hacer currículum vitae y con la ambición de desarrollar carrera en lugares que dicten Escritura Creativa. Ojalá en Nueva York y obteniendo financiamiento de fondos estatales. La fórmula está comprobada y dicha práctica, dejando atrás la calidad literaria, se ha vuelto normalidad.

María cuñada mía (Laurel, 2019) de Joannes Lillo (Santiago, 1989) lo compré en la última Primavera del Libro del Parque Bustamante y llamó la atención por las cuarenta y cuatro páginas que contiene, diferenciándose del catálogo de la editorial en relación a volumen y diseño. En el libro no hay ningún dato sobre el autor, pero en la página de la editorial se menciona que este cuento ha sido premiado en los Juegos Literarios Gabriela Mistral (2015) y es en parte una muestra de lo que pronto será un libro con mayor dimensión. Es necesario mencionar que previamente el autor sacó Diario flaite de un vampiro (Catalonia, 2017).

Esta pequeña obra, que parece una declaración jurada, bien podría ser utilizada para ejemplificar las variaciones del lenguaje en la sociedad para la asignatura correspondiente de la educación media: el habla vulgar, el registro informal, el lenguaje coprolálico y marginal. Es decir, lo que dura una clase para motivar a algún incauto alumno a “soltar la mano” en un ejercicio de taller. Recoger este lenguaje no significa que vayas a ser vanguardista, si tienes sistema clásico.

El protagonista es un estudiante despreocupado de los estudios, que no trabaja, que vive hacinado y enamorado de María, expareja de su hermano. Ella vive sola, en una precaria situación, afectada por el fallecimiento de su segundo hijo y acosada por el antagonista. El resto son personajes que poco aportan a la historia. Como leemos, está presente el triángulo narrativo. De hecho, si aplicamos el espacio físico, este solo aparece si funciona en contexto. Asimismo, los personajes son presentados a través de sus acciones y los sujetos son planos.

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Es interesante como las canciones románticas emitidas por las radioemisoras están impregnadas en las personas. Esto, porque si te dispones a leer este relato con el tema musical ‘Dejaría todo’ de Chayanne, podremos darnos cuenta que sigue cerca del mismo ritmo. Un método de conquista en que el amor romántico es utilitario, servil y anodino, puesto que no existe proyección en común. Lo que podría ser soñado, no son más que nuevas formas de conquista de un niño preocupado por perder la virginidad, mantener vigilia y con marcas de psicosis hacia una persona atormentada por la pérdida en un ambiente complicado.

Diario flaite de un vampiro es un libro que tiene el doble de páginas y que no he leído. Sin embargo, la visión de mundo de María cuñada mía es tradicional y el protagonista heteronormado pretende ser el héroe de su protegida en un entorno popular marginal. Para ser una segunda obra, esta es para el olvido.

María cuñada mía

Joannes Lillo

Laurel Editores, 2019

44 páginas

Precio de referencia $ 5.000

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