**A pedido del público publicamos ésta entrevista de «El Desconcierto» que podrás encontrar en tus quioscos más cercanos Antonio Horvath, senador RN por Aysén “Alguien está interesado en que yo sea liquidado”
por Marcelo Mendoza y Pablo Sepúlveda – fotografías Pablo Sepúlveda
¿Está diciendo que pueden llegar a matarlo?
Hubo una amenaza de muerte que también quedó medio archivada. Uno de los abogados míos, que no es mi yerno ni mi hija, hizo la denuncia porque se enteraron a través de un organismo que esa posibilidad existía. Eso también está en proceso en Fiscalía. Lo del avión es una “coincidencia” sospechosa, por así decirlo. No puede ser mera coincidencia que en menos de dos años me pasen tantas cosas. Si unimos a eso la molestia porque mi hija y yerno defendieran con existo a un joven inculpado del caso Bombas, aumenta el grado de presión y de riesgo. Mi relación con La Moneda no ha sido precisamente fluida, pero me siento más consistente conmigo mismo en la posición que tengo, que no la he cambiado. “La carretera eléctrica es una locura” ¿Muy desilusionado del gobierno? Diría que tratando de evitar que estos megaproyectos se hagan. Voy a contar esto: yo fui testigo ocular de un seminario internacional de ingeniería eléctrica a cargo de Ricardo Rainieri, antes de que fuera ministro de Energía, donde había veedores de OCD, y cuando todavía era candidato Piñera. Ahí él hizo la promesa de que el año 2020 el 20% (es decir, 20/20) de la energía de Chile iba a provenir de energías limpias. Hasta los de la OCD quedaron sorprendidos cuando lo dijo, y después en el grupo Tantauco, en el que participé, hicimos el programa de cómo llevar a cabo eso… Con la ley aprobada en el Senado, ahora está en la Cámara de Diputados en este minuto el proyecto del 20/20, y el gobierno, Golborne a la cabeza, ha hecho lo imposible para que esto no prospere… Basta con contar eso… ¿Qué va a pasar con HidroAysén? ¿Está muerto, como dijo Allamand? Es un proyecto inviable. Y Allamand tiene que tener información muy directa porque es muy íntimo de Bernardo Matte. Con todos los antecedentes que tenemos, HidroAysén es inviable: está muerto. Y que se pretenda financiar una carretera eléctrica con cargo a todos los chilenos para hacerles a ellos la franja me parece impresentable. ¿Hasta donde llega su oposición a HidroAysén? Mi oposición a HidroAysén llega hasta que no se haga. Y a cambio se hagan las energías renovables no convencionales que son soluciones para cada una de las regiones de Chile. Tenemos un proyecto escrito, con alternativas. HidroAysén se debe paralizar: por los daños que produce y porque no es solución para la energía en Chile. Porque representa un daño irreversible para la Patagonia y Aysén y porque además es un proyecto malo que no resuelve el tema de la energía en Chile. Es bueno para la empresa solamente. ¿Y cuál es su opinión del proyecto de ley de la carretera eléctrica del gobierno, recién aprobado de legislar en el Senado? La carretera eléctrica es una locura, un grave error. Hace tiempo que se evalúa lo que hay que hacer para empoderar la transmisión eléctrica, dónde reforzarla, dónde meter proyectos para que la transmisión no se caiga y no tenga riesgos, y esos proyectos fueron entregados al Ejecutivo a fines del 2011. Y están licitándose los tramos que hay que hacer y la interconexión entre el sistema norte y el sistema central. Por tanto, no se justifica la carretera eléctrica. Sí hay que empoderar la red, pero con los programas que tenemos funcionando. Lo único que pretende este proyecto es que le se entrege a un consultor definir la franja, declarar la utilidad pública y saltarse todos los procedimientos de consulta y los servicios competentes para imponerla y después, además, financiarla con cargo al Estado en más de un 60%. Impresentable. Pero hoy mismo la comisión aprobó la idea de legislar por 4-1. Votó a favor Isabel Allende. Y se abstuvo José Antonio Gómez. No entiendo cómo Isabel Allende votó a favor. Pero espero que no se apruebe. Estamos trabajando para ello. Yo sé que hay muchas presiones, sobre todo en un año electoral y me llama la atención profundamente la votación de hoy. La carretera eléctrica no se justifica por razones técnicas, es un bote salvavidas para HidroAysén. E HidroAysén es la punta de lanza de 10 proyectos más en la zona: están las centrales de Energía Austral, que va pegadito y tienen un memorándum de entendimiento para compartir la franja por las torres; y después viene Cisnes, Palena, Futaleufú, río Puelo… Es la “guitarra eléctrica”, más que la carretera eléctrica. Habrá un efecto dominó. Por eso es tan importante que no se apruebe. No repetir la experiencia de Piñera Hay descrédito de la política tradicional y la consolidación del poder ciudadano. Pero existe un vacío de liderazgo de esta política emergente. ¿Usted podría jugar un rol en ello? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar, al recoger estas demandas ciudadanas? Lo importante es mantener cierta consistencia en los temas, en los proyectos que uno tiene, pero que eso te lleve a un liderazgo no lo tengo tan claro. Tenemos grupos de trabajo con los que nos reunimos periódicamente en temas como energías alternativas, pesca… Tratamos de hacer este grupo de ciudadanos, que no es fácil articularlo, porque además Renovación Nacional, mi partido, está manejado por un sector ultraconservador. Los liderazgos hay que compartirlos. La gracia que yo capto en el movimiento ciudadano de Aysén, que fue una cosa muy potente y lo sigue siendo, es que es muy de base… y de repente los voceros terminan siendo candidatos a diputado legítimamente, pero la gracia es que la base sigue funcionando. Con el empoderamiento ciudadano se rompió la legitimidad del poder político. La gente no espera conseguir nada importante de parlamentarios, gobierno o partidos, pues sabe que la única forma de lograr algo es saliendo a la calle: la acción política directa. Están los casos de Magallanes, Aysén, Calama, Santa Rosa de Pelequén, Freirina, los estudiantes… Esa es una de las razones de la inviabilidad del proyecto de HidroAysén, porque la región fue capaz de cortarse durante casi dos meses y eso habla de la vulnerabilidad del proyecto. Ahora, esto tiene solución: la participación ciudadana vinculante. No la participación ciudadana legal que tenemos hoy, que sólo es formal, porque tu opinión vale hongo. Pero si la opinión ciudadana con harta anticipación a un posible proyecto es vinculante, cambia todo y eso no significa necesariamente plebiscito ni asambleísmo: significa que área por área, la gente decida adónde va. La pregunta es de qué lado está usted, senador. En los hechos ha estado del lado de la ciudadanía, lo que irrita a su gobierno… Todos estos movimientos, aparte de la participación ciudadana real, son transversales políticamente y esa es la clave: vi a gente de derecha metida en el movimiento hasta las masas. La gente no está disponible para seguir en lo mismo. ¿Le gusta Laurence Golborne, el más probable candidato presidencial de su sector? Golborne no es una alternativa. Independiente de su simpatía, es una persona que está en la vereda de enfrente a la mía: propicia un puente para la isla de Chiloé y nosotros estamos por el túnel, que es un tercio más barato y resuelve muchas cosas además; él nos ha puesto obstáculos para cumplir con la promesa del 20/20; y además está a favor de HidroAysén… ¿Usted no será un soldado del próximo candidato presidencial de la Alianza? Para nada. No soy un soldado: sólo soy un buen soldado por una buena causa. Yo espero como parlamentario decirle a don Andrés Allamand: “Mire, energía, medioambiente, participación ciudadana: eso es lo que nosotros propiciamos”. Esa reunión la he tenido con Franco Parisi también. El único candidato presidencial con una postura definida contra HidroAysén y en el tema de la energía es MEO. Sí, aunque nadie entiende su asociación con el diputado Alinco, porque él está a favor de HidroAysén. Ahora, la ligazón con MEO es de gente con la cual participamos en el grupo de las energías renovables. Al final, la posibilidad de una segunda vuelta hace que estos dos candidatos que se conocen hasta la fecha, como MEO y Parisi, ayudan en un punto de inflexión. Ya tenemos la experiencia de Sebastián Piñera y no queremos repetirla. ¿Y que va a pasar este año, de elecciones, a nivel ambiental y, por ejemplo, con la carretera eléctrica? Independientemente de que pasen por el sistema institucional o político, se van a caer por el rechazo ciudadano, porque no son viables. ¿Qué cree usted que se debe hacer con el agua? El agua hay que regionalizarla; hacer un manejo integrado de cuencas hidrográficas. En cada cuenca, los actores que allí viven deben decidir qué se va a hacer y se definen los caudales. Y si esos caudales tienen dueños, se le expropian. No se trata de nacionalizar, sino de regionalizar. Y entonces es la gente local organizada, no el Estado, la que se queda como dueña del agua. La guerra de aysén “Le dije a Hinzpeter: ‘Vas a ser tú el responsable de lo que está pasando y de los muertos que van a ver en Aysén, sean ciudadanos o carabineros’”. Usted no debe ser muy bienvenido en La Moneda. No soy invitado frecuentemente, por decirlo de otra manera. Pero a La Moneda cuando hay que ir, voy. Por ejemplo, para el desembotellamiento del Movimiento Social por Aysén, a principios de 2012. Esta torpeza de mandar al GOPE y creer que con Fuerzas Especiales resuelven los conflictos, como hicieron (el senador) Espina, la intendenta y compañía… Fui testigo ocular de cómo pudo haber muertos de lado y lado. Se llegó a un nivel insólito. El 14 de marzo, todavía me acuerdo, hubo una “operación tenaza”. A nosotros nos mantuvieron encerrados en una escuela de Puerto Aysén. En un minuto dado estaba todo el movimiento social y se fueron las autoridades, subsecretarios y ministros, y en forma paralela los del GOPE empezaron a atacar a la gente en Puerto Aysén, estando todos los dirigentes del movimiento en Coyhaique. Eso produjo indignación. La gente se devolvió a Puerto Aysén y empezamos a recibir información de que empezó Carabineros a atacar de noche a la población Pedro Aguirre Cerda; entraron a las casas con bombas lacrimógenas, balines, etcétera… Y la respuesta ciudadana fue a un nivel que ni se imagina. Fui para allá: estaban las calles con cables de acero atravesado, regado de piedras, en la Pedro Aguirre Cerda había una clínica donde a los heridos los iban a curar, enfermeros, médicos… El guanaco se les dio vuelta en el puente; después vimos cómo la gente hizo retroceder a la micro del GOPE, se metió en una cuneta y la quemaron. La intendenta llamándome a mí para que les dijera a los dirigentes que dejaran salir a los carabineros, porque la gente los tenían emboscados. Yo le dije: “Estás loca, yo estoy físicamente en otro lugar”. Y ella insistiendo para romper el movimiento. Finalmente la gente fue tan consciente que sacaron a los carabineros del bus antes de quemarlo. O sea: podría haber muerto mucha gente. En paralelo le hacía ver a La Moneda que las peticiones eran justas, que todas tienen solución, pero la autoridad regional comandada por la nacional decía que no, que eran demagogos y que pedían cosas imposibles, encrispando la cuestión. A Hinzpeter, entonces ministro del Interior, le digo: “Oye, estás haciendo llegar más Fuerzas Especiales y hoy día con las redes sociales estoy viendo las fotos en twitter, donde embarcan en Quellón los móviles, los guanacos, los zorrillos y las fuerzas especiales, y los hacen bajar en Puerto Cisnes, y ahí los atajan en Amengual los cabros, pobladores, después lo mismo en Mañihuales…”. Entonces le hacemos ver que esta cuestión no tiene nombre, que guarden estas Fuerzas Especiales, porque se estaba haciendo de noche y la gente los esperaba en Aysén o Coyhaique para enfrentarlos. Le dije a Hinzpeter: “Esto es como las fuerzas alemanas entrando a París, compadre. No tiene otra lectura”. Y entraron a Coyhaique y quedó la escoba: fue ahí que por primera vez escaló a otro nivel. En Coyhaique salieron a esperar a los buses y los enfrentaron en la entrada, en el puente. Los pobladores pasaban al lado del regimiento con máscaras antigases, les importaba un comino, hicieron un desbande en la ciudad y rompieron todo. Fue un verdadero saqueo y una rotura de todo, pero discriminaban: rompían las vitrinas de una farmacia nacional o un banco, pero si era una tienda regional no la tocaban. Bueno, esto finalmente se les hizo ver a estos tres ministros políticos (Larroulet, Chadwick y Hinzpeter) y logramos hacer de puente para llevar a los dirigentes a La Moneda, y parar el levantamiento. Fue un trabajo bastante difícil lograr convencer a los dirigentes que fueran a La Moneda. Le dije a Hinzpeter: “Vas a ser tú el responsable de lo que está pasando y de los muertos que van a ver en Aysén, sean ciudadanos o carabineros”. Fue una de las cuestiones más significativas en que me ha tocado participar. Destacados: “HidroAysén es la punta de lanza de 10 proyectos más en la zona: las centrales de Energía Austral; y después viene Cisnes, Palena, Futaleufú, río Puelo… Es la ‘guitarra eléctrica’, más que la carretera eléctrica. Habrá un efecto dominó. Por eso es tan importante que no se apruebe… Mi oposición a HidroAysén llega hasta que no se haga. Y a cambio se hagan las energías renovables no convencionales que son soluciones para cada una de las regiones de Chile.”. “Evidentemente es gente afín a mi sector la que está detrás de mí. Son enemigos políticos y económicos. Hay gente vinculada o que estuvo vinculada a inteligencia”. “Golborne no es una alternativa. Independiente de su simpatía, es una persona que está en la vereda de enfrente a la mía”.