La explosión al interior de una mina de carbón en la ciudad de Soma, ha dejado hasta el momento 238 mineros muertos y casi 100 permanecen atrapados, por lo que la cifra de fallecidos podría aumentar con el paso de las horas. Al momento de la tragedia, 787 trabajadores se encontraban en el yacimiento; de ellos, 363 alcanzaron a escapar con vida y sin lesiones, y otros 80 resultaron heridos. Se estima que la cifra de muertos podría alcanzar las 340 personas.
Mientras, las muestras de dolor por la tragedia se expanden a todo el mundo. Mineros de Venezuela, Cuba y Bolivia han cesado sus labores para solidarizar con sus colegas turcos, y ya se han registrado las primeras protestas en contra del Gobierno, al que se señala como culpable tras haber rechazado una solicitud de inspección a la mina hace algunas semanas. Incluso, un grupo de familiares lanzó piedras contra el primer ministro Erdogan, le llamaron “ladrón y asesino”, y pidieron su renuncia.
La cara oculta de la minería
Sin embargo, para el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, Manuel Ahumada, los esfuerzos aún son insuficientes. “Piñera se comprometió incluso a nivel mundial de formar y ratificar el Convenio 176 de la OIT, respecto de seguridad minera, pero hasta el día de hoy nada ha pasado”, afirmó Ahumada.
“En la minería hay accidentes todos los días. En el sector de Petorca, en lo que es la mediana minería, tenemos cerca de 13 accidentes fatales después del accidente de los 33, es decir desde el 2010 a la fecha”, asegura Ahumada.
Si bien Ahumada reconoce que la situación es mejor en la gran minería, afirma que no está controlada en la pequeña y mediana minería, “donde existen accidentes todos los días”, y agrega que la no ratificación de convenios internacionales “responde a un sesgo ideológico, porque lo que eso busca es entregar una responsabilidad importante a la organización sindical de incluso tener la facultad de paralizar de manera momentánea una faena en caso de estar produciendo de manera insegura”.
“Hay declaraciones de políticas de empresas que dicen que ninguna meta de producción está por sobre la vida de los trabajadores, y en la práctica los trabajadores mineros vemos en el día a día que eso no es así, porque se sobreponen las metas de producción por sobre la seguridad de los trabajadores. En general, el trabajo de la minería, tanto de contratistas como de planta, es muy riesgoso, porque estamos en la primera línea, y además están de las condiciones de precariedad que hemos combatido desde hace años”, finalizó Ahumada.