El principal argumento de la Jefa de Estado se basa en que la participación estatal en el sistema previsional, inyectaría competencia en el mercado y se haría cargo de aquellos trabajadores que actualmente no cotizan en alguna de las administradoras existentes. «La AFP del Estado se ocupará preferentemente de aquellas personas que hoy no son prioritarias para las AFP: trabajadores independientes, los de menores rentas, y quienes laboran en zonas apartadas de los grandes centros urbanos», explicó la presidenta y agregó qué «permitirá introducir más competencia en este mercado; es decir, que las administradoras de fondos de pensiones se esfuercen en reducir sus costos de administración, mejoren la calidad del servicio y aumenten los beneficios para sus afiliados«.
Sin embargo, el proyecto no cuenta con el respaldo de la Central Unitaria de Trabajadores y genera controversia en varios sectores.
Pensiones seguirán siendo bajas
Incluso, según asegura el economista investigador de la Fundación SOL, Gonzalo Durán, 9 de cada 10 pensiones de vejez pagadas por las AFP son menores a $142.638.
Durán asegura que “el problema de fondo tiene que ver con la arquitectura con la cual se levanta el sistema de pensiones”, y agrega que “el sistema de las AFP básicamente no va a cambiar por la simple introducción de un nuevo actor estatal. A lo más eso podría generar que el lucro que se pueda obtener, que igual es harto, se iría al Estado, pero en cuanto a los resultados para los pensionados, no hay diferencias”, aseguró.
Para el investigador de la Fundación SOL, una de las situaciones más graves es que gran parte de los fondos sean utilizados por las grandes empresas de capitalización en Chile con la opción de invertirlo en el extranjero. “Ese dinero se lo prestan a diez bancos o diez empresas IPSA, como pueden ser Endesa, Lan, Cencosud y varias más, en total veinte corporaciones, que actualmente están recibiendo USD$38 mil millones, con lo cual impulsan su tasa de ganancia. Esto no va a cambiar en lo absoluto por la incorporación de un actor estatal y la lógica de funcionamiento seguirá siendo la misma”, apuntó Durán.
Para el economista, el proyecto presentado hoy en La Moneda “no apunta a la raíz del problema, genera una falsa sensación de alivio y le quita presión al problema de fondo”, y agregó que “hay mucho de falaz en que una administradora logre bajar las comisiones y eso signifique un beneficio para sus afiliados. Eso supone que los afiliados se moverán hacia las AFP más baratas, pero hay que recordar que desde 2009 existe el sistema de la Cartera Licitada, con lo que los nuevos afiliados van a las administradoras más baratas. Pero lo que ha pasado, a pesar de que las comisiones tienen un diferencial importante donde la más barata tiene un 0,47 y la más alta es de 2,4, es que no hay afiliados moviéndose en masa de una AFP cara a otra barata”, finalizó Durán.
Sistema mixto podría aumentar pensiones
Solimano apuntó a la necesidad de crear un “debate amplio”, donde estén incluidos representantes de los trabajadores, “y esperando la propuesta de esta comisión”, y agregó que la propuesta de la AFP Estatal “seguirá encuadrado en la misma lógica del sistema de AFP, sólo agregando un actor estatal, pero dentro de una cancha rayada por un sistema creado en 1981, en la época de Pinochet, y donde los números muestran que las pensiones que se pagan actualmente son muy bajas”.
“Esta propuesta sigue encuadrada en un sistema que después de más treinta años no da resultados, porque no paga pensiones decentes y la idea es que la gente no vaya a caer en la pobreza cuando se retira. Si esas pensiones van a ser menos que el salario mínimo, jubilarse sería el equivalente a empobrecerse. Entonces seguir insistiendo en ese sistema, no veo que tenga mucho sentido”, señaló el economista.
Finalmente, Solimano descartó que la disminución en las comisiones se traduzca en un aumento en las pensiones. “No sé si ya no tienen más margen y podrían bajar un poco, pero no creo que eso resuelva el problema de las pensiones en Chile, porque está dentro del mismo esquema que imponen las AFP”, indicó el economista, y agregó que bajo su perspectiva debe introducirse un sistema mixto, “uno de reparto para la gran mayoría y para los de más altos ingresos puede seguir el de capitalización, pero no donde haya el monopolio que hay ahora”, concluyó.