Según Olivares, de acuerdo a lo informado por el sindicato de trabajadores de CDF, el contenido del reportaje en cuestión abordó equilibradamente el tema, basándose en fuentes políticas y provenientes del mismo club (concejales y dirigentes de Azul Azul) para evidenciar el real avance del proyecto.
A juicio de la dirigenta, “resulta absolutamente repudiable que para ilustrar eventuales diferencias de contenido o de línea editorial, se utilice el despido como método de presión, más aun tomando en cuenta el severo amedrentamiento que esto puede generar en el equipo de trabajadores. Cabe agregar que ya el año pasado, la estación atravesó otro tipo de problemas laborales vinculados a trabajadores que desde Chilefilms brindaban servicios para CDF. De hecho, por esos días los técnicos audiovisuales paralizaron sus labores para denunciar contrataciones inestables, extensas jornadas de trabajo y pagos precarios en coberturas que los obligaban a viajar a lo largo del país”.
“He de esperar –agregó la periodista- que los despidos injustificados no respondan a eventuales presiones de grupos vinculados a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, ANFP, que posee el 80% de la propiedad del canal y de la cual Azul Azul es parte”.
Olivares afirmó que estos hechos son “menos justificables en una temática de alto interés nacional como es el fútbol, evento deportivo que -bajo mi juicio- debiera ser transmitido por señal abierta. Durante la gestión que me toca encabezar en la orden gremial, espero poder confrontar aquellos actos que puedan aludir a eventuales censuras y aquellas situaciones que expongan a los trabajadores de las comunicaciones a extrema precariedad laboral”.