La medida restrictiva habría sido levantada este martes tras la llegada de los efectivos militares, pero la tensión está instalada hace dos semanas con protestas nocturnas en las que la comunidad afroamericana partió homenajeando a Michael Brown, joven asesinado a tiros por la policía local, pero rápidamente la molestia y el descontento ha derivado en manifestaciones más amplias. Los brazos y manos en alto de los manifestantes, bajo el lema “no dispare”, son la postal más recurrente a la hora de demandar por el cese de la violencia racial.
Además, este martes un nuevo asesinato conmocionó al Estado de Missouri, en una localidad cercana a Ferguson. Esta vez un sujeto que había sido sorprendió robando en una tienda sacó un cuchillo para resistirse a la policía, pero terminó siendo abatido. Al conocerse de este nuevo asesinato, inmediatamente los ciudadanos que noche tras noches han resistido la represión salieron a manifestarse.
Una historia de nunca acabar
Hay una larga historia de tensión racial en los Estados Unidos, donde los acontecimientos de la discriminación racial, la violencia y el asesinato contra los jóvenes negros ha provocado protestas a gran escala y, a veces disturbios en contra de lo que muchos creen que es el racismo sistémico en aplicación de la ley, la justicia, y la sociedad estadounidense en general. Revisemos alguno de los episodios más icónicos.
Emmett Till tenía sólo 14 años cuando fue linchado brutalmente en Mississippi en 1955, después de supuestamente coquetear con una mujer blanca casada. Los dos asesinos fueron absueltos, pero más tarde admitieron públicamente haber cometido el crimen. El evento ayudó a avivar al movimiento de derechos civiles que comenzaba por esos años, y terminaría con el asesinato de su mayor líder, Martin Luther King.
En 1992, un video mostró cómo un grupo de oficiales de policía de Los Angeles golpeaba brutalmente a Rodney King, después de una persecución a alta velocidad, mientras que él no opuso resistencia. Cuando varios de los oficiales fueron absueltos, estallaron revueltas en extensas zonas de los Estados Unidos. En Los Angeles, los disturbios causaron 53 muertes, 2.383 heridos, más de 7 mil incendios, daños a más de 3 mil empresas. Se estima que los desórdenes dejaron cerca de $1 mil millones en pérdidas financieras.
En Oakland, California el día de Año Nuevo de 2009, Oscar Grant fue fatalmente baleado por la policía encargada del control de tránsito, mientras se encontraba con sus manos esposadas y boca abajo. Algunos transeúntes filmaron el incidente y los videos se transformaron en viral en Internet y muchas protestas le siguieron también. Mehserle, el oficial que disparó a Grant, afirmó que fue un accidente y fue declarado culpable de homicidio involuntario pero pasó poco más de un año en la cárcel.
En 2012, en Florida, George Zimmerman mató a Trayvon Martin, un joven desarmado de 17 años de edad, muchacho negro, alegando que era en defensa personal. La policía liberó a Zimmerman sin arresto, pero más tarde fue llevado a juicio con cargos de asesinato y absuelto. Este caso fue particularmente controvertido porque no había pruebas a excepción de la palabra del mismo sujeto que disparó contra Martin. Masivas protestas de alta repercusión pública en todo el país siguieron y hubo un fuerte debate respecto de si también hubiese sido absuelto un joven afrodescendiente que reconoce disparar contra un sujeto blanco.
El “confuso incidente” que encendió la mecha
El nombre del agente de policía responsable se dio recién a conocer el viernes 15.
La versión de la policía aseguró que el joven se resistió al arresto, y que además portaba un arma. El relato de su acompañante es completamente opuesto.
«El policía disparó, nos asustamos y nos preparamos para huir. Luego volvió a disparar, mi amigo sintió el tiro, se volteó y puso sus manos arriba. Pero el oficial se acercó y disparó varios tiros más. No estábamos haciéndole daño a nadie, estábamos completamente desarmados», le dijo Johnson a una cadena local de televisión.
Los actos en recuerdo por la violenta muerte del joven decantaron con los días en concentraciones donde la molestia y el descontento fueron creciendo mientras más demoraba la policía en entregar los datos del agente que había realizado los disparos.
La escalada de violencia llevó a la policía de Ferguson a sacar su contingente antidisturbios, con tanques y vehículos especiales para contener las protestas, premunidos de pertrechos y equipamiento militar, generando un debato en torno a la militarización de las fuerzas policiales.
Las críticas apuntan a que la labor policial debió reducir la intensidad de la violencia desde el momento mismo de la muerte de Brown, pero no ha hecho más que aumentarla. Sólo la noche del lunes, en medio de protestas que desafiaron el toque de queda, hubo al menos 78 detenidos.
Este lunes, el presidente Barak Obama anunció el envío del fiscal general Eric Holder a la localidad afectada por los disturbios para supervisar personalmente las investigaciones que determinen las circunstancias en que murió Michael Brown. Holder, también afordescendiente como Obama, tendrá la difícil misión de frenar un malestar social muy alto, y que no sólo genera discusión en EE.UU sino a nivel internacional
De hecho, Navi Pillay, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos comparó la violencia de Ferguson con el apartheid sudafricano.
“Condeno el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía y pido que se respete el derecho a la protesta. EE.UU. es un país que ama la libertad y una cosa que debe valorar es el derecho del pueblo a protestar”, afirmó Pillay a Reuters, y agregó que “estas escenas son familiares para mí y, personalmente, pienso que hay muchas partes en EE.UU. donde el apartheid está floreciendo”.