El periodo en el cual fue presidente es recordado por muchos como la época dorada de las concesiones, y ante los anuncios recientes de la actual administración de revisar, entre otros, los proyectos en el sector hospitalario bajo esa modalidad, Lagos fue categórico: “Todo aquello que sea concesionable, se debe concesionar para liberar así otros recursos públicos”, aseguró enfático.
Con el dedo en alto y en su habitual tono autoritario, hizo además una irrestricta defensa a la alianza entre el sector público y el privado como método para empujar a la decaída economía nacional.
Usando como ejemplo lo que a su juicio fueron ocho años perdidos en materia de construcciones públicas (como líneas de Metro), afirmó que “nos está faltando mayor decisión política” y agregó que “digo esto porque creo que esta colaboración pública privada es indispensable y hagamos entonces una planificación de largo plazo. Cuáles van a hacer el número de autopistas que necesitamos, qué vamos a hacer con el Metro, etc”.
El guante fue recogido por el Ejecutivo, ya que este jueves la misma presidenta Bachelet argumentó bajo la misma línea, y afirmó que “recuperar un país es tarea de todos”, y frente a ello indicó que “nos corresponde remar a todos para el mismo lado. Necesitamos fortalecer la alianza público privada para darle un impulso a la economía”.
Las declaraciones de la mandataria fueron también ante representantes del sector privado en la Enape 2014, donde defendió también las reformas que impulsa su administración en Educación y al sistema tributario. “Así como estamos combatiendo la desaceleración queremos emparejar la cancha”, remarcó.
Qué dicen los cientistas
En todo el espectro político, las palabras de Lagos generaron reacciones. Desde ex ministros como Luciano Cruz-Coke hasta gurús comunicacionales de la transición como Eugenio Tironi salieron a recomendar las declaraciones del ex mandatario, porque el momento en el que llegan marcan una irrupción relevante, que no pasa inadvertida.
Joignant aseguró que “a mí personalmente no me gustó ni el momento ni la forma” en que se realizaron los dichos, “primero porque interviene después de las críticas que hiciera el presidente Piñera a la administración de la presidenta Bachelet, y en segundo lugar porque es muy desprolija desde el punto de vista de la forma política porque no toma nota de la destemplada crítica del presidente Piñera, y además porque precisamente por eso, la alocución del presidente Lagos puede perfectamente ser interpretada como fuego amigo”.
El analista aseguró que “desde ese punto de vista, entre que no me gusta y definitivamente me molestó”, la irrupción de Lagos, aunque asegura que “el problema no es el contenido”.
De todas maneras, el analista plantea que su molestia es “meramente política” y apunta respecto de las concesiones que “si bien soy amigo en buena parte de ellas, no soy amigo a cualquier precio. En lo personal, sostengo que el presidente Lagos se quedó pegado en el antiguo modelo previo al 2011, y no logra leer con claridad lo que son las necesidades de transformaciones profundas en el Chile de hoy. Creo que son dos chiles completamente diferentes, y particularmente distinto del Chile que a él le tocó gobernar”.
“Ese tipo de críticas hacia presidentes anteriores, y sobre todo de la misma coalición, encuentro que es bastante inusual e inédita”, afirma el psicólogo con posgrados en Ciencias Políticas.
Águila afirma que la discusión planteada respecto de la alianza público privada “ha demostrado no ser necesariamente positiva, y se está pensando justamente reformarlas”, haciendo referencia a la revisión de las concesiones hospitalarias.
En su opinión, “tratar de darle soluciones privadas a problemas públicos es una receta que, en varios ámbitos y sobre todo cuando están involucrados derechos sociales, no solo no da resultados sino que ha sido objeto de mayores desigualdades”, y agrega que «generalizar que cualquier relación público privada es virtuosa no es correcto y hay que buscar soluciones públicas a problemas públicos”.
Águila afirma que la señal enviada por el ex mandatario con su defensa del modelo público privado cuestiona los liderazgos políticos, especialmente el de Michelle Bachelet, por poner en tensión “lo intereses del gran empresariado”, pero apunta que “también se podría decir que hay que tener harto liderazgo para proponer una reforma tributaria que busque recaudar tres puntos del PIB”.
Finalmente el académico de la U. de Chile señala que la política de concesiones “recuerda mucho la idea subsidiaria del Estado, que en el fondo es que tiene que actuar allí donde no actúan los privados, y esa es una concepción muy neoliberal”.