Estos tres helados a lo mejor no son los más sabrosos del mercado, pero guardan una relación mucho más oculta. Fieles compañeros en los cumpleaños infantiles, juegos y emociones. El sabor a centella, ES el sabor a verano. El cola de tigre es universal, sabroso, cremoso incluso aún existen las paletitas masticables. El trululú, cremoso igual que el anterior, pero su gran novedad: pequeña cobertura de chocolate. Qué más necesita un niño, un helado de no más de 100 pesos podía brindar alegría, momentos y recuerdos.
Pero estos nuevos productos no han estado exentos de polémica: han sido tema de discusión en oficinas, redes sociales, carretes, en la fila del
¿El ganador? Aún permanece la disputa, pero lo que sí sabemos es que a cualquiera de estos tres sabores se le pueden añadir un poco de “malicia” y tendrás la mejor noche de recuerdos con tus amigos, escuchando y cantando el “Congelao” de Cachureos. Nostalgia pura.