La Victoria: 57 años de lucha incansable

La historia de las luchas populares por una vivienda digna en el cono sur, tiene reservada a la Población La Victoria un lugar especial, en las glorias vividas por pobladores unidos y organizados, que buscaron con valentía conseguir una vivienda digna para sus familias.

Hace ya 57 años un grupo de pobladores que habitaban las orillas del zanjón de la aguada, un 30 de Octubre de 1957 se decidieron a  tomarse los terrenos ubicados en la llamada “chacra la feria”, visibilizando ante un estado indolente con los pobres el problema habitacional existente en nuestro territorio. Desde ese tiempo La Victoria, ha tenido que liberar y liderar muchas luchas dadas por nuestro pueblo, que van desde el establecimiento de la vivienda definitiva hasta el derrocamiento de un dictador, porque si bien la clase política no lo ha reconocido, las protestas populares nacidas en poblaciones chilenas son uno de los factores más preponderantes  para la caída de la dictadura militar.

A sus 57 años  “La Vicky” (como la llamamos algunos), debe reinventarse en su afán de seguir luchando por conseguir mejores condiciones de vida, ya que la pelea que comienza a dar es contra un enemigo que ya no viene de los agentes del estado, con palos, pistolas y electricidad torturando a nuestros viejos y jóvenes de esos años como en las épocas oscuras. Ahora el enemigo se encuentra en las mismas calles de la Población, y se presenta con el nombre de narcotráfico.

El narcotráfico comenzó a desarrollarse a mediados de los 80, cuando la lucha popular estaba en un momento álgido y contaba con la simpatía de gran parte de las clases populares.  El tráfico de drogas comenzó paulatinamente a atomizar y diezmar la lucha dirigida hacia el enemigo de ese entonces que era la dictadura.  Estableció una lucha interna en el mismo territorio, haciendo enemigos donde antes había vecinos, pues muchos vieron en esta nueva forma de hacer negocio, una oportunidad fácil de salir de la miseria. El dinero fomentó el consumo y las mercancías sustituyeron la miseria. Así la escalada por tener y acumular más cosas que el vecino, fue también desgarrando la comunidad y la lucha por derechos y cuestiones que valieren la pena como la salud o educación.

Las políticas del Estado, realizadas por la Concertación y profundizadas por la Alianza, mas que venir a acabar con el narcotráfico lo que hicieron fue profundizar la venta y distribución, mostrando de manifiesto que las políticas represivas y prevención fueron un fracaso rotundo. No disminuyeron  el narcotráfico ni tampoco el  consumo dentro de la comunidad. El efecto fue el contrario, eso hace preguntarme realmente, si el estado esta interesado en que un población, reconocida como luchadora y organizada, vuelva a ser el actor central en las luchas populares emanadas hoy por nuestro pueblo, el lector tendrá una mejor respuesta que el gobierno creo yo.

Otros de los problemas que trae, aparejado el narcotráfico es el debilitamiento de valores profundos que toda población compartía , tales como la solidaridad y el comunitarismo, hoy  los pobladores no se reconocen como vecinos sino mas bien como enemigos, comenzando a disputarse un territorio del cual pueden ser dueños, otorgándole un lucro a costa de los jóvenes de la población, ratificando la premisa del párrafo anterior pero ahora abocado a las fuerzas de orden, ya que nos demuestra la nula existencia de una inteligencia destinada a desbaratar las grandes redes de narcotráfico, que no nacen desde La Victoria, sino que de otros sectores de la sociedad, pidiéndole a los vecinos casi por favor que ellos mismo denuncien a sus “supuestos vecinos”, demostrando que su trabajo es ineficiente.

Es por esto que son muchos, no solo yo, los que creen que una política efectiva, para el fin del narcotráfico y la violencia en la población es la legalización del autocultivo ya que es vox populi que la marihuana distribuida en las poblaciones de todo Chile, es de baja calidad vendiéndoles a los consumidores marihuana mezcladas con sustancias dañinas como la pasta base o elementos tóxicos como neopreno o bencina que mas que servir para el fin buscado por el consumidor lo que hacen es destruir el cerebro y la vida de los jóvenes de mi población. El estado debe por fin establecer una política real de educación, distribución, administración y autocultivo de marihuana, que nazca desde el estado como política integrativa en todos los sectores de la sociedad, naciendo sus directrices ya no desde el ministerio del interior sino desde los ministerios de salud y educación porque es importante que el tema de las drogas no es solo atribuible a la seguridad publica sino que también a la salubridad publica y educación ciudadana.

La necesidad de escribir este texto, no nace de las ganas que tenga yo de fumar o no marihuana, sino de mas bien de constatar un hecho real, claro y establecido en La Victoria, en el cual las políticas publicas fracasaron, haciendo urgente buscar una solución que ayude a la población, por eso la posible política de legalización del autocultivo debe ir aparejada con el desarrollo de ideas centrales de prevención y rehabilitación efectivas en casos de adicción a las drogas, que mermen el desarrollo integral del poblador.

Un buen regalo en este 57° aniversario de la Población La Victoria, seria un desarrollo de ideas que permitan el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores, a través de políticas publicas que ayuden a disminuir el narcotráfico y la violencia, para que nuestros viejos fundadores se sigan sintiendo orgullosos del logro obtenido y nosotros los que venimos mas atrás como una forma de dar las gracias a tan importante gesta, sigamos engrandeciendo a nuestra población, para que el estado reconozca el sitial que tenemos, para que no nos llamen mas “ los callamperos”, ni “terroristas”, ni “ traficantes” sino lo que somos, pobladores, porque somos chilenos de nacimiento pero victorianos por convicción.