Colegio de Matrones por caso de menor con embarazo inviable: “Hoy no tenemos nada para protegerla”

La discusión sobre la despenalización del aborto terapéutico aparece periódicamente en los medios. Esta vez, el caso de una niña de 13 años, embarazada producto de una violación y con diagnóstico de feto inviable, volvió a remover las consciencias y a recordar las dimensiones de un problema tan silenciado como común en Chile.

Anita Rojas, presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, conversó con ElDesconcierto.cl para analizar el caso y la urgencia de un debate que está a la espera de un espacio en el Parlamento.

¿Qué opina del reciente caso de esta menor de 13 años, embarazada por violación, y con serios riesgos de salud a causa de un feto inviable?

La verdad es que la niña, cuando ya la conoció el servicio público, ya no podía abortar porque ella tiene un embarazo, prácticamente, de término. Ella llegó al servicio dañada, tenía un embarazo de mucho más de 25 semanas y por lo tanto el respeto hacia ella acá importa con mayor razón. Lo que yo creo y me parece terrible, es que nuevamente estemos enfrentados a un caso como este y no tengamos ley, no tengamos nada ni para protegerla a ella ni para proteger al resto de las niñas que viven estas situaciones.

Seguimos exactamente igual a como ha sido toda la vida, porque cuando se habla que el aborto está permitido hasta el 89, eso no es tan así porque estaba permitido sólo en dos causales y el resto de las mujeres iban detenidas igual. En Chile ha estado prohibido toda la vida el aborto.

¿Qué le parece la propuesta de despenalización del aborto terapéutico, realizada por Bachelet el pasado 21 de mayo, y la demora en la presentación del proyecto?

Desde el primer minuto en que escuchamos la propuesta el 21 de mayo, aplaudimos la iniciativa de legislar sobre la despenalización del aborto en las tres causales que ella mencionó. Lo que tiene que tener claro la comunidad, es que nunca se habló de aborto libre. Hoy día las mujeres tienen todo el derecho a decidir qué quieren hacer cuando están enfrentadas a esas tres causales. Es lo que el equipo médico tiene que hacer, desatado de manos, cuando se ven estas tres causales, y no estar obligado a denunciar.

Nos parece que el debate que se instala a partir del 21 de mayo es de lógica, ya no estamos en la época de la inquisición. Las matronas sabemos muy bien que estos casos existen. Es un hecho de la causa, hoy día las tres casuales que menciona la presidenta y además una enorme cantidad de abortos que no está en las tres causales implica que la mujer tiene que ir a la cárcel. Eso no puede seguir pasando.

¿Es suficiente con legislar en esas tres causales?

No, para nada, es un inicio para dar un debate mayor, porque acá son muchas las variables que establecen que la mujer termine tomando esas decisiones. Comenzando por las determinantes laborales, hoy día las mujeres que se embarazan se arriesgan a perder su pega y es así, porque la ley protege solo el contrato formal, no hace nada respecto al contrato informal. Entonces sigue siendo muy satanizada la maternidad para las mujeres en este país y la verdad es que nosotras no queremos presionar en este hervidero de discusiones parlamentarias por la reforma educacional para que se legisle al lote. Queremos que se legisle en serio y bien. Hay que promover una ley Emilia para los violadores, además. El castigo debe ser mayor.

¿Qué ocurre con la delación de los médicos en los casos de abortos que llegan a los hospitales públicos? ¿Siguen obligados a denunciar?

De acuerdo a lo que dice el Código Penal deberían denunciar, pero la realidad es que una gran mayoría de los equipos de salud hoy se acogen al secreto profesional y queda ahí, la gran mayoría de las denuncias no se hacen. Si uno hace una relación entre las denuncias y el número de abortos que hay, no hay 17 mil denuncias en este país.

¿Por qué no denuncian?

Porque, en el fondo, es el legítimo derecho que hay a la complicidad entre pacientes y el equipo de salud, de respetar las decisiones de las personas. Estamos en el 2014 y yo aplaudo cuando los equipos están respetando esas decisiones. Lo que se está haciendo es contención y apoyo, más que mandarlos a la cárcel.

¿Qué le parecen los dichos de la senadora Van Rysselberghe, quien aseguró que el aborto terapéutico implica un control de calidad a la raza humana?

El caso de la niña de 13 años embaraza ejemplifica la forma en que al feto se le respetó todo su proceso natural, pero a ella ninguno. No se hace una selección de la raza humana, lo que va a ir es el derecho a decidir de la mujer, que comprobadamente tiene un feto inviable, a seguir con ese embarazo o no. Si ella quiere seguir, que siga. El problema es lo que pasa con las mujeres que no quieren, ¿van a ir a la cárcel por no querer? Ese es el punto.

¿Qué opina de la presión que ejerce la iglesia católica en este debate? Ezatti dijo que no había que instrumentalizar. ¿Hay temor a legislar desde el gobierno?
Yo creo que lo que hoy perjudica al gobierno son las presiones de los otros proyectos pero, según las conversaciones que hemos tenido, por lo menos a nivel del Sernam, es que a principios del próximo semestre va a presentarse un proyecto. Como presidenta del Colegio de Matronas, conociendo la responsabilidad de lo que aquí se está hablando, no me atrevería a presionar ni al Ejecutivo ni al Parlamento, no quiero que esto quede bajo la reforma educacional. Preferiría esperar por lo menos un mes más.

Este es un problema grande, que implica muerte o cárcel para muchas mujeres, ¿no es urgente comenzar la discusión sobre el aborto en Chile?

Es muy urgente. Nos gustaría que ya estuviera en el debate parlamentario. Sin embargo, a mí, personalmente, me preocupa plantear eso hoy día cuando el Parlamento está en otra, pero creo que en un mes más el proyecto que se anunció el 21 de mayo debe comenzar su discusión.