La justa rebelión de los Maestros

Ha quedado demostrado el daño que la falta de autonomía genera en las organizaciones de los trabajadores. La irresponsable adscripción dogmática a un gobierno y sus respectivos partidos de la Nueva Mayoría, ha llevado a una inédita situación en la cual los profesores de base se han rebelado a la conducción encabezada por Jaime Gajardo

La rebelión de los profesores tiene orígenes indiscutiblemente legítimos. Por años los educadores del país han insistido  en que los sucesivos gobiernos no solo no han considerado reivindicaciones, algunas de carácter históricas, sino que han sido mal tratados, no hemos sido considerados y, peor aún, en opinión de muchos somos los causantes de la profunda crisis que afecta al sistema educacional.

En innumerables oportunidades hemos dicho que el proceso de privatización del sistema educacional chileno, que comenzó con la municipalización, está cursando su peor crisis. De un derecho social ampliamente aceptado, la educación pasó a ser una actividad económica como cualquier otra.

Y este hecho, que está en la base de la actual crisis, no es considerado al momento de intentar una reforma que ha comenzado de la peor manera.

Hemos sido categóricos en afirmar que no puede haber ninguna reforma sin nuestra participación. No sólo por la evidencia exitosa a nivel internacional, sino porque constituimos el último obstáculo para la consagración definitiva del mercado en el sistema educacional.

La rebelión de los profesores tiene que ver con estas cuestiones, tanto como con un gremio que se intenta llevar de manera acrítica a respaldar a un gobierno que poco o nada ha hecho por nuestros derechos y por un concepto de educación pública como el que sostenemos.

Por eso nos hemos dispuesto para apoyar en toda su rabia y decisión a los colegas que de manera espontánea han hecho saber su indignación, lo que nos impone responsabilidades que no podemos soslayar aquellos dirigentes que tenemos una visión contrapuesta respecto de las que sostiene los que actualmente dirigen el Gremio.

La espontánea movilización de los profesores nos obliga a repensar nuestra Orden. Nos impone la necesidad de refundar un gremio que ha pasado de ser el más grande del país, a uno que no pesa en las autoridades, que no se ha convertido en  una referencia en la reflexión necesaria ante la crisis que cursa en el sistema educacional.

Por eso es que felicito de todo corazón a mis colegas movilizados.

Más de cien comunas hasta ahora han decidido que ya basta de no ser escuchados, de no atender demandas tan elementales como el agobio laboral que hace mucho más dura nuestra profesión; han dicho basta a que no se considere ningún tipo de solución a la Deuda Histórica a pesar de las numerosas veces que autoridades del Estado han aseverado no solo que la Deuda existe, sino que han comprometido soluciones que nunca han llegado; han dicho basta a que cada vez que es necesario que nuestros colegas que están en edad de jubilar tengan que pasar por incertidumbres, egoísmos y cálculos mezquinos  antes de ofrecer un bono que no hace sino justicia a quienes han ofrendado una vida a sus niños y jóvenes.

Es necesario que los dirigentes del gremio asuman su obligación y salgan de la inercia en la que parecen estar, sin atinar a buscar soluciones. La Conducción del gremio debe asumir su responsabilidad y hacerle saber a la autoridad política de la necesidad de tomar en cuenta lo que se está exigiendo por medio de estas inéditas y masivas muestras de descontento.

Proponemos instalar de inmediato las negociaciones sobre la base de los cinco puntos que consideramos necesarios de solucionar y son resorte exclusivo de la autoridad. Y luego, entonces, abordar lo referido a Carrera Profesional Docente y desmunicipalización.

Insistimos que tenemos toda la disposición para abordar soluciones siempre y cuando de verdad resuelvan aquello que se requiere.

Con los profesores todo, sin los profesores, nada.

El autor es integrante de Fuerza Social y Democrática y Movimiento amplio por un Nuevo Colegio.