La prueba comenzó con un bong a disposición de las ancianas, que a los 15 minutos fue potenciado con el uso de un vaporizador, que permite al usuario un consumo más limpio de la sustancia. Con el pasar de los minutos, las abuelas comienzan a jugar cartas y a relajarse de manera evidente ante el experimento.
«Podría ir a planchar durante días», bromeó una de ellas, mientras otra aseguró sentir más relajados los músculos del cuello. ¿Volvería a fumar otra vez?, le preguntaron. «Sí, tiene muchos beneficios», reconoció. Las tres, por último, aseguraron que lo volverían a hacer.
Cut es el nombre del sitio encargado de hacer videos y está dando que hablar con sus virales. Sin embargo, hasta ahora no se ha aclarado si el video responde a una situación real o las mujeres están actuando. Más allá de eso, al final de la grabación, las tres ancianas reían y comían comida chatarra con evidente alegría, un síntoma conocido para los consumidores de cannabis en el mundo.