Dos analistas políticos conversaron con el El Desconcierto para delinear el panorama del porvenir y las estrategias que – a su juicio- debería seguir el Ministro de ahora en adelante.
El rol de la derecha
Ambos analistas coinciden que el rol de la derecha no ha sido el principal detonante del áspero andar de la reforma. El analista político y director del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, argumentó que en general las interpelaciones no han significado para los ministros un deterioro de su imagen. “El mecanismo mismo no tiene una gran eficacia política”. Asimismo, agregó que “la diputada que interpeló fue bastante débil en sus argumentos, tal vez porque la derecha tiene argumentos débiles en el campo de la educación”.
Sumado al análisis, Francisco Arellano, asesor del diputado Gabriel Boric, considera que “lo que ha hecho caer a Eyzaguirre no es la UDI precisamente, que es el partido más alejado de la realidad chilena en este momento. Ha sido su incumplimiento con la promesa que planteó Bachelet de hacerse cargo de las demandas del 2011”. En este contexto, asegura que los desaciertos del ministros “abrieron un campo de incertidumbre a los padres que la derecha de modo oportunista trató de aprovechar”.
Para algunos, el desempeño de la máxima autoridad en educación fue a su favor. En su intervención en la sala, el diputado Gabriel Boric destacó el hecho y le señaló al Ministro: “Nobleza obliga, estuvo muy bien hoy, pero eso no quita que hasta ahora el gobierno no lo haya hecho bien”.
Camino a Seguir
Para Ernesto Águila el manejo de la reforma mostró un error de diseño en su despliegue: “La regulación del sector particular subvencionado debió hacerse simultáneamente con políticas muy activas de fortalecimiento de la educación pública y movilizar en términos positivos a los partidarios de la reforma en torno a esto”, agregó.
Sin embargo y en el contexto de la interpelación, la presidenta Michelle Bachelet anunció legislación para enero sobre desmunicipalización y carrera docente.
El escenario convulso plantea un fin de año con aguas agitadas pero, desde el punto de vista de los analistas, como un tiempo de definiciones. Por su lado Ernesto Águila asegura que “la alianza política que tiene que construir es entre aquellos sectores, que estando dentro del gobierno quieren la reforma y sectores que están fuera del gobierno que también quieren una reforma… pero si esa alianza no se constituye, probablemente va a terminar siendo hegemonizada por los sectores más conservadores”.
Arellano en tanto asegura que “lo que defina el curso de estos cuatro años va a ser si prima la política encerrada o si ésta se abre e incorpora a la sociedad que está pujando por una reforma verdadera”.