Tras una reunión que se extendió por más de 3 horas, la conducción del gremio encabezada por Jaime Gajardo terminó imponiendo su postura favorable con el acuerdo, y llevó a votación la idea de definir en dicha instancia la decisión final respecto del documento.
En votación dividida, el bloque de los dirigentes de la Nueva Mayoría -conformados por su presidente nacional, el tesorero Juan Soto (PS), la segunda vicepresidenta Ligia Gallegos (PS), el segundo director Sergio Gajardo (Partido Radical), la cuarta directora y presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa (PC)-, al que se sumó la única representante de derecha, Verónica Monsalve (RN), logró seis votos a favor de la propuesta contra cinco de la disidencia.
Por su parte, en el sector disidente, votaron en rechazo los dirigentes del movimiento Fuerza Social conformados por el secretario general Darío Vásquez, el primer vicepresidente Guido Reyes y el tercer director Gustavo Méndez. A ellos se sumó el prosecretario Mario Aguilar (Partido Humanista) y el protesorero Francisco Seguel (Partido Radical).
Así lo confirmó a El Desconcierto su secretario general, Darío Vásquez, quien lamentó profundamente la determinación del directorio y aseguró que desde este mismo viernes comenzarán a instalarse las mesas técnicas comprometidas por el Mineduc para tratar los puntos del Agobio Laboral y el de la Deuda Histórica.
El secretario general afirmó que igual se convocará a una asamblea nacional para el 13 de diciembre, «pero ésto ya está oleado y sacramentado por la votación que se dio hoy día».
Respecto de las acciones que podría tomar el sector disidente, Vásquez afirmó que «esta cuestión ya está zanjada y es difícil dar vuelta la decisión del directorio» y agregó que «hay que esperar a ver cuál va a ser la reacción de las bases, y me voy a comunicar con dirigentes de regiones para contarles del acuerdo y ver qué reacción vamos a tener», concluyó.
Además, mediante una declaración pública, los cinco dirigentes disidentes afirmaron que «consideramos que tomar esta importante decisión sin considerar la opinión de todos, es uno más de la seguidilla de errores en que se ha incurrido, partiendo por el más importante: no escuchar el clamor de la mayoría de los profesores y profesoras de Chile».
Junto con denunciar que «los profesores han sido atropellados por dirigentes que han puesto por sobre sus representados, los intereses de sus partidos y del gobierno de turno», la declaración afirma que «esta decisión es un error y carece de la más importante legitimidad: el apoyo de la base del profesorado. Se equivoca el gobierno si supone que esto resuelve el conflicto con el profesorado, se equivoca la conducción si supone que esto es un ‘triunfo’ para ellos«.