Los argumentos son variados pero, ante todo, apuntan a la supuesta identificación de los habitantes de La Pintana con los colores del equipo fundado por David Arellano. Desde esta perspectiva, se han organizado diversas manifestaciones que –aunque cuentan con una convocatoria reducida- plantean la instalación del estadio de la “U” como una invasión a la identidad de la comuna.
Alejandro Zúñiga, vicepresidente del Club Social y Deportivo Colo-Colo, señaló que es efectivo que, en La Pintana, los colores del Cacique son hegemónicos: “Es innegable la presencia de los hinchas colocolinos en la comuna. La Pintana históricamente ha tenido grupos colocolinos organizados, desde la época de los 90”.
“Es cierto que en la comuna existen grupos fuertemente identificados con Colo-Colo, pero también los hay de la Universidad de Chile. Existen “piños” importantes dentro de la hinchada de la “U” que son justamente de La Pintana. La población El Castillo es mencionada con frecuencia como una enclave colocolino, pero hablando con gente del sector uno se entera de que incluso ahí hay hinchas de la U. No existe entonces una hegemonía absoluta a nivel comunal que ninguna hinchada se pueda adjudicar”.
La voz de los vecinos, las barras y los hinchas
Más allá de las disputas no resueltas por el control territorial de la comuna, los hinchas de cada lado apuntan a la necesidad de escuchar a los vecinos y que Azul Azul sea capaz de generar un proyecto que sirva como un aporte a la comunidad, considerando las múltiples consecuencias de la instalación de un estadio de fútbol en los barrios aledaños.
“La Pintana es una comuna de muchas poblaciones, donde existen muchas carencias y esta mezcla de rechazo también tiene que ver con todo lo que falta ahí. Hay poblaciones como El Castillo, que son muy pobres, con muy poca inversión social, y yo he escuchado reclamos muy legítimos de gente que dice que les faltan consultorios, les faltan herramientas y van a poner un estadio de una Sociedad Anónima Deportiva. La molestia también va por ahí, más que por el fanatismo”, argumentó Zúñiga.
Desde la perspectiva de los hinchas azules, en tanto, lo más importante es que el futuro estadio de la “U” pueda servir para mejorar la calidad de vida los vecinos, “que los niños, niñas y jóvenes puedan utilizarlo”, apunta Zepeda. “Uno, como hincha que busca la reconstrucción del Club con rol social, no puede concebir la construcción de un estadio que vaya en contra de los intereses y el bienestar de la gente. Debe, en definitiva, ser beneficioso para todos quienes viven allí”.
Lo cierto es que, dado el funcionamiento de las sociedades anónimas, los hinchas de la Universidad de Chile tampoco tienen voz ni voto en los asuntos concernientes al futuro estadio azul. Sin embargo, desde el tablón del Bulla, emerge otra mirada sobre las barras bravas y aseguran que es importante que la opinión de quienes las integran sea considerado.
“Yo entiendo el concepto de barra brava como una forma de vida en que el amor por los colores es superior a todo y se llega hasta las últimas consecuencias para defenderlos. Esos que andan reventando vidrios en las micros y molestando gente no son barra brava; los que defienden con todo los colores, sí”, apunta Andy Zepeda y agrega: “Me parece que las opiniones de las barras deben ser escuchadas y consideradas, porque son tan válidas como las de cualquier otro. Es gente que ha dedicado su vida a un Club y merece que se les reconozca.
¿Y la seguridad?
Uno de los principales temores de las autoridades y la comunidad de La Pintana radica en la agudización de los enfrentamientos entre barras rivales, de concretarse la construcción del estadio de la U. No obstante, desde el prisma de albos y azules, la violencia entre hinchadas siempre ha ocurrido en las poblaciones, aún cuando la fuerza policial sólo se ha ocupado de mantener controlado los alrededores del estadio.
Así lo expone el vocero de la Asociación Hinchas Azules: “A veces da la impresión de que las autoridades se empeñan en hacerle la vida imposible a los hinchas, de modo tal que no vuelvan más a un estadio y así tener una pega más fácil en el futuro. Si los mecanismos de seguridad siguen siendo deficientes, claro que va a que a haber problemas en ese ámbito. Si, por el contrario, están bien pensados, no debería haber mayor problema”.
Desde el CSD Colo-Colo la construcción del estadio de la U no es tan mal vista, dado el financiamiento privado que obtendrá el recinto. “Me parece bien que una sociedad anónima se construya un estadio. Al resto de las sociedades anónimas se los ha construido el Estado, que ha sido gran financista de muchos estadios. Cuando los clubes, antes, eran corporaciones de derecho privado o sin fines de lucro, el Estado no puso un puso en el desarrollo de estos clubes”, recordó Zúñiga.
“Esa rivalidad entre barras siempre va existir, no podemos negarlo. Sin embargo, nosotros entendemos que como organización debemos abstraernos un poco de eso, pensar en ese bien mayor que es la U y su reconstrucción como Club y buscar siempre la forma de ser un aporte y de ser incidentes en los cambios que esperamos que hayan en el país. Habrá otros hinchas, otras hinchadas y otras organizaciones que busquen lo mismo, y si tenemos que coincidir en un espacio, lo haremos”, aseguró el vocero de la organización de los azules.