Por su parte, el gobierno tomaba palco mientras subía en las encuestas, la evaluación de sus proyectos de ley emblemáticos mejoraba y anunciaba proyectos para regular el financiamiento de la política de manera más transparente, fortaleciendo al Servel.
Sin embargo, al estallar el caso Caval, que involucró directamente al hijo de la misma presidenta, Sebastián Dávalos, las esquirlas del caso más duro que ha debido enfrentar la Nueva Mayoría parecen no detenerse, salpicando a la clase política en su conjunto.
Si bien la presidenta salió a enfrentar a la prensa por el caso apenas retomó su agenda tras volver de vacaciones, donde se refirió al caso asegurando que “como madre y Presidenta han sido momentos dolorosos”, con el transcurso de las horas y los días, rápidamente han aparecidos voces que criticaron la demora y el tono con el que se enfrentó el caso.
El timonel de la DC apuntó directamente a los cuestionamientos éticos sobre el caso que obligó a renunciar a Dávalos y afirmó que “siendo hijo de la entonces candidata presidencial, y después asumiendo un cargo político de director Sociocultural, lo menos que uno pudiera haber esperado es que le hubiese informado a la Presidenta de la República, que además es su madre”, indicó.
Sin embargo, Walker no se quedó ahí y criticó la manera en que se abordó el tema desde La Moneda, criticando la vocería que encabezó en su minuto José Antonio Gómez, y apuntando directamente la tardanza con la que se tomó la decisión de que Dávalos debía renunciar.
“Lo que resulta extraño es por qué transcurrieron siete días, desde el viernes 6 de febrero, en que, como dice la Presidenta, ella se enteró por la prensa y en Caburgua, a través de la revista Qué Pasa, y la renuncia (de Dávalos) es el viernes 13 de febrero. O sea, transcurrió una semana entera, y ahí hubo una descoordinación del Gobierno”, sostuvo el timonel DC.
En un tono menos frontal, la senadora Isabel Allende también cuestionó a Sebastián Dávalos y en entrevista con CNN Chile aseguró que “hubiese preferido que él, inmediatamente, a las 24 horas y una vez tomada la dimensión de lo que había ocurrido, que hubiese presentado su renuncia”.
La presidenta del Senado abordó los cuestionamientos que apuntan hacia la crisis institucional tanto a nivel político como al interior de la Nueva Mayoría, y afirmó que “con el tiempo podremos dimensionar si efectivamente hay un daño”.
Allende reconoció que el tema resulta incómodo para la coalición de Gobierno. “Es un tema que duele, que molesta, porque claramente no cualquier persona accede a estos créditos, no a cualquier persona le van a facilitar esa cantidad tan alta y sobre todo teniendo un capital bastante bajo. Eso es lo que queda flotando en el aire, y es lo que ha ocasionado un daño que lamentamos profundamente y que ojalá nunca hubiese ocurrido”, indicó.
Andrade se hizo cargo de manera clara de los cuestionamientos hacia la clase política en general. “Yo tengo la impresión de que estamos en una crisis severa, y que en consecuencia hay que hacerse cargo. Hay una responsabilidad nuestra como sistema político porque somos nosotros los interpelados por la ciudadanía. El deterioro de la política es de tal nivel que si no resolvemos esto de buena manera, en la próxima elección presidencial yo los invito a ustedes a decir si tienen ganas de votar”, afirmó Andrade.
La decisión de Bachelet
Tras retornar a La Moneda, ayer Bachelet convocó a un comité político en el que instruyó a su círculo más cercano en el Gabinete para que preparen un conjunto de medidas que permitan dotar de una nueva institucionalidad a la relación entre el dinero y la política, apuntando a una regulación efectiva y rigurosa sobre el financiamiento de la política
La decisión llega en momentos en que la Nueva Mayoría se muestra inquieta por lo que pueda pasar con la arista Soquimich (SQM) del caso Penta, donde varias boletas de honorarios están siendo investigadas para determinar si terminaron financiando las campañas políticas de varios parlamentarios del sector.
Por ello, y tras el mazazo acusado por altos personeros de la coalición por el caso Caval, la atención está puesta en el modo en que la Nueva Mayoría zanjará sus disputas internas.
Uno de los primeros episodios claves al respecto fue la reunión que sostuvieron hoy día los secretarios generales de los partidos que conforman la coalición. En ella estuvo presente el representante del PPD, Óscar Santelices.
“Nosotros respaldamos a la presidenta Bachelet en todo lo que pretende de hacer de modificaciones en este ámbito. Yo creo que la política tiene que modernizarse mucho más de lo que está”.
“En el caso específico Caval, estamos viendo que sería bueno entrar a regular, como lo hacen en otras partes del mundo, el tema del plusvalor o la plusvalía que adquieren ciertos terrenos una vez que el Estado interviene”, afirmó.
Sobre la crisis institucional tanto a nivel político como al interior de la Nueva Mayoría, Santelices afirmó que “obviamente compartimos que esto impacta en todo el sistema político” y agregó que “la envergadura de lo que se tiene que proponer tiene que ser muy potente”.
“Tenemos que apostar a un sistema político del siglo XXI, con reglas muy claras, con funcionamientos muy claros y si alguien transgrede eso, que pierda su escaño. Eso se tiene que consignar pero hay que discutirlo y consensuar lo más posible. Eso es lo que estamos diciend que hay que construir como fuerzas políticas”, concluyó el secretario general del PPD.