El ejecutivo de Frutícola Atacama afirmó ayer que “no es efectivo” que en los campamentos de su empresa existieran containers usados como módulos habitacionales, y aseguró que sólo el perímetro contaba con cierre “pero cuenta con una puerta de escape”.
Sin embargo, Sachira Rivera, una de las trabajadoras de la empresa que logró salvar con vida de la tragedia, indicó a Radio Cooperativa que efectivamente las instalaciones “tenían un cercado grande donde estaban los dos campamentos divididos que se mantenían con llave desde las 11 de la noche, y mis compañeras no podían entrar ni salir”, y además aseguró que la semana previa al alud “mis compañeras embaladoras hablaron con las personas encargadas y les dijeron que no las podían tener encerradas por cualquier emergencia. Reclamaron que las tuvieran con pestillos pero no les hicieron caso”.
La trabajadora desmintió además la versión de la empresa y señaló que “Horacio Parra dijo que había una puerta de emergencia. Esa puerta jamás existió. Mis compañeras quedaron encerradas y tuvieron que escalar por la malla para poder salir del lugar, o si no todas mueren ahí”, afirmó.
Sobre la supuesta salida de emergencia, Sachira agregó que “nadie les informó de eso, nos existía. Incluso les hicieron una charla (donde dijeron) que iban a tocaban una chicharra en caso de emergencia para que el encargado (tomara medidas)”.
Según explicó, las razones de la empresa para encerrar a los trabajadores es que “a principios de la temporada encontraron a una pareja de muchachos metidos en un container, entonces el pestillo era para mantener separados a hombres y mujeres”, indicó, y agregó que por reglamento interno “hombres y mujeres no pueden estar juntos”.