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Respuesta a Felipe Silva: La «vinculación» del pueblo mapuche con las FARC

Publicado: 31.07.2015
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Después de leer la entrevista a Felipe Silva relacionada a las FARC y el Movimiento Mapuche en la revista Qué pasa del grupo Copesa, propiedad del señor Álvaro Saieh (activo simpatizante de la UDI y economista de la Universidad de Chicago), me surgen una infinidad de preguntas y cuestionamientos a la capacidad de razonamiento y análisis que se han inventado algunos sectores políticos, financiados por Penta y Soquimich, sobre la situación de conflicto de nuestro pueblo con el Estado de Chile.

Durante los últimos veinte años han surgido varias teorías, del tipo Plan Z de Pinochet, sobre el origen, desarrollo y continuidad del conflicto en el sur de Chile, mencionando en algunas de ellas a los mapuches instruidos  por grupos extranjeros armados, como la ETA, el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Esta última se debe, según el abogado, a la filtración de correos electrónicos que tratan  sobre comunicación o viajes de dirigentes mapuche a Colombia. ¿Podremos sospechar entonces por los continuos viajes de Alvaro Saieh, Tarud, Chaín o Tuma, a la zona de conflicto en la franja de Gaza y el intercambio de información a través de e-mails que podrían tener con organizaciones anti- judías? Sí, ante esta lógica. Felipe Silva, Sebastián Piñera, Alberto Espina y actores de la extrema derecha chilena, debieran inferir que existe correlación entre grupos armados árabes, como “HAMAS”, con parlamentarios y empresarios chilenos.

La teoría conspirativa que liga al Partido Comunista chileno con las FARC y el movimiento mapuche, carece drásticamente de realidad y desconocimiento. Primero porque el pueblo mapuche no pertenece al PC, aunque si tiene militantes; así como también existen mapuche UDI, RN, Enama, CAM, algunos sapos –como Raúl Castro Antipán-, otros autodenominados mapuches chic -como Pedro Cayuqueo-, mapuche protestantes, judíos, gay, otros campesinos, algunos borrachos, volados y citadinos, mapuche a ‘pata pelá’ y mapuche con zapatos. Hay mapuche ‘malos’ y mapuche santos de la iglesia romana, como Ceferino Namuncura. Hay mapuche políticos como Huenchumilla y mapuche apolíticos, mapuche que participan activamente del movimiento, y otros que, de actitud pasiva, adoptan incluso una postura en contra de la cultura, denegando de ella. Eso es realidad, así como también los 500 años de lucha, resistencia, resiliencia, muerte, esperanza, victorias y derrotas en la guerra, y en la política, que claramente le han enseñado a nuestro pueblo a adaptarse a cualquier situación por más adversa que pueda ser. Somos un pueblo diverso, y así es como hoy seguimos con vida.

Es importante recalcar, a modo de instruir a los honorables, distinguidos y distinguidas, que la lucha armada nunca ha sido abandonada y afortunadamente tenemos la capacidad, debido a nuestra historia, de aprender de nuestros aciertos y desaciertos a lo largo de 500 años de enfrentamiento con distintos estados: inca, español, chileno y argentino. Es por eso que asusta ver los titulares del duopolio de los medios de comunicación que ligan a nuestro pueblo con grupos armados extranjeros. No se puede negar el lazo amistoso que puede existir, sin embargo, Felipe Silva, y muchos otros políticos como Mahmud Aleuy, subsecretario del interior, insisten en su teoría y en su lógica de la sin razón.

Si analizamos la realidad electoral, podríamos decir que los mapuche son más de derecha que de izquierda, puesto que en la Región de la Araucanía –actualmente denominada Zona Roja de conflicto- , siempre ha sido la derecha la que gana por mayoría de votos. A excepción de la última elección presidencial, donde se impuso Michelle Bachelet. La misma que en su gobierno de 2008, a través del ex Ministro del Interior Edmundo Pérez Yoma, solicita apoyo a la Inteligencia estadounidense debido al Conflicto Mapuche. Sin embargo, el resultado obtenido fue completamente contrario a lo esperado. Según señala el diario español El País, a través de información filtrada por Wikileaks, “(…) todas las investigaciones llegaron a la conclusión que la comunidad mapuche es «abrumadoramente» no violenta; y que el problema fue magnificado por los medios de comunicación”.

Los mapuche tenemos una identidad, tenemos una historia, una pertinencia,  un culto y un respeto – a veces exagerado – por nuestros mayores y antepasados. Hemos utilizado la lucha armada a fin de sobrevivir, por cuanto forma parte de la resistencia histórica de nuestro pueblo, y como soberanos y auténticos que somos, no necesitamos de formación de las FARC, del EZLN, ni de la ETA para que nos instruyan. La astucia y tácticas militares de nuestros tokis han sido, aún en la actualidad, alabadas, e incluso imitadas por el ejército de Chile, quienes le rinden culto y no solo con el nombre a algunos de sus regimientos, brigadas o batallones a líderes como Calfvlikan, Leftxaro o Pelontxaro.

El territorio es nuestro y no hay quien pueda conocerlo mejor que nosotros. En la antigüedad pudimos contra los incas y los españoles. Hoy, podremos hacerlo contra el estado chileno, ya sea a corto, mediano o largo plazo, por cuanto no se puede descartar ningún tipo de lucha política, cultural, identitaria o la infalible lucha armada.

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