En lo que va del año 2015, 41 mujeres han sido asesinadas, 9 de ellas fuera de contextos de pareja. Cada año, más de 110 mil mujeres denuncian a sus agresores, restringidas por una estrecha ley. Ya en 2012 el Comité CEDAW instó al estado chileno a eliminar de tal ley el requisito de maltrato habitual, que resulta insólito al pensar que las mujeres víctimas de violencia deben probar que es algo habitual para que sea un delito.
El 93.1% de las mujeres dentro del sistema de las AFP, perciben una pensión inferior a 147.000 pesos. La precarización laboral también tiene cara de mujer: si bien tenemos la inserción laboral femenina más baja de Latinoamérica (43% versus un 50,4% en Venezuela o el 64,4% de Perú) las mujeres que están en el sistema formal de empleo reciben un sueldo 30% más bajo y, además, la mayoría está subcontratada, coartando su acceso a la previsión social y salud.
Los bajos e inequitativos salarios de las mujeres, su omisión en la historiografía oficial y las dificultades extra que enfrentan las mujeres migrantes en nuestro país están relacionadas entre sí. También podemos establecer un lazo entre la agresión física y psicológica, el sexismo en la publicidad y los medios de comunicación y el femicidio: todas responden a un continuo de violencia estructural.
En este mismo sentido, experiencias como la violencia obstétrica, el sexismo en las salas de clase, la discriminación en el sistema previsional y toda la gama de agresiones más sutiles, cobran un sentido global. Entender la violencia como un continuo que nos afecta a todas, que está enraizada en nuestra cultura y naturalizada en la sociedad, la saca del ámbito “personal” y la instala como un problema político que interpela a todos y todas.
Constatar, por una parte, la violencia que vivimos las mujeres y la posición secundaria a la que se nos relega y, por otra, la intensiva resistencia de las mujeres a este orden impuesto, permite la construcción de nuevos imaginarios, en los que son posibles otras convivencias y relacionamientos humanos.
“El continuo de violencia hacia las mujeres y la creación de nuevos imaginarios”, el nuevo libro de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, cumple con el rol de señalar el machismo estructural ahí donde ha sido normalizado e instalar en la acción de todos y todas la responsabilidad de erradicar la violencia contra las mujeres.
LANZAMIENTO: “El continuo de violencia hacia las mujeres y la creación de nuevos imaginarios” (varias autoras, compilación de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, 2015). Miércoles 9, 19 horas, Salón Donoso del Archivo Nacional (Miraflores 50, Santiago).