«Muchas gracias diputada Ricardini…Cicardini», dijo el presidente de la Cámara Marco Antonio Núñez el pasado 2 de marzo, tras la intervención de la diputada socialista Daniela Cicardini.
El lapsus de Núñez no podría haber sido en peor momento: Ese es el apodo que los parlamentarios hombres le pusieron a la joven diputada, que acababa de dar una intervención respecto a la Ley de Acoso Callejero, iniciativa que busca condenar la violencia y acoso sexual contra las mujeres.
Fueron de 6 minutos de intervención de la diputada, en la que pedía respeto por el otro independiente de su género, además de denunciar la violencia de género y que hoy «una mujer no puede caminar por las calles sin tener la certeza de que no será violentada (…) Es triste y penoso tener que pedir a través de una ley algo tan básico como el respeto».
El ninguneo de Núñez a la diputada no cayó para nada bien. «Se merece una multa por lo que acaba de decir, señor Presidente», respondió Cicardini. El audio del video de la sesión denota que otro parlamentario dice claramente: «Eso es acoso», mientras Núñez ignora los dichos y trata de seguir adelante. Actualmente, solo 25 de 158 parlamentarios son mujeres.