Ministro Gómez Lobo responde a elitista editorial de El Mercurio

Cerca de la mitad de los chilenos cuentan con un auto propio, situación que hace veinte años era impensada. Es a raíz de este dato que el diario El Mercurio realizó una de las editoriales publicadas el pasado domingo 20 de marzo, haciendo un llamado a las autoridades a priorizar un sistema centrado en el transporte privado antes que el público.

«Es inútil y contraproducente pretender forzar a la gente a “bajarse del auto”. La solución va por desarrollar las inversiones requeridas en vialidad y autopistas, junto con el apropiado cobro por el uso de parte de los automovilistas de esa nueva infraestructura», señala la editorial de El Mercurio.

«La consiguiente intensificación del uso del auto suele preocupar a autoridades y expertos en transporte. Temen que el atochamiento que ya se observa en Santiago, en las capitales provinciales y en las carreteras alcance dimensiones insoportables. Pero es inútil y contraproducente pretender forzar a la gente a “bajarse del auto”. La solución va por desarrollar las inversiones requeridas en vialidad y autopistas, junto con el apropiado cobro por el uso de parte de los automovilistas de esa nueva infraestructura», señala el texto.

El matutino de Agustín Edwards afirma que las cifras son alentadoras ya que son «sin duda consecuencia del crecimiento del ingreso y la capacidad de compra de la población». Esto sin contemplar el endeudamiento de las familias como factor que permite ese acceso, las fallas del transporte público como una de las causas de la adquisición y el aumento en la contaminación como consecuencia.

Se asegura que el acceso al auto propio tiene una «profunda significación sociológica» que sería ignorada en los intentos de desalentar su uso por parte de las autoridades: que «cada ciudadano en su auto es a la vez más libre y más desigual a la elites». Lo anterior, se argumenta, debido a que «puede desplazarse por la ciudad y aprovechar las ventajas de barrios más gratos y tranquilos», pude asistir a «atractivas payas y lagos durante el verano» y trabajar lejos de su hogar «sin sufrir las esperas y apreturas de la locomoción pública».

Finalmente, El Mercurio afirma que una vez adquirido el auto propio, el ciudadano «lo exhibirá con orgullo, exigirá de los gobiernos más preocupación por la seguridad y la ciudad, y rechazará las regulaciones e impuestos que le hagan más difícil pasar pronto a un nuevo modelo».

Como respuesta, esta mañana se publica una carta al director del mismo diario firmada por el ministro de Transportes y telecomunicaciones, Andrés Gómez Lobo.

«Es una buena noticia, desde el punto de vista social, que las familias de manera transversal puedan acceder a su medio de transporte. Como autoridad, nuestra propuesta no pasa ni podría pasar por restringir ese derecho, sí por la racionalización de su uso (de autos) en días laborales. La ciudad, para el otro 50% sin auto, no resiste que todos quienes tengan vehículos los ocupen diariamente para ingresar a zonas de alta afluencia», argumentó Gómez Lobo, quien asegura que el parque vehicular en circulación creció un exponencial 94% en los últimos diez años.

«Todos ganamos con la racionalización del uso del automóvil. Y es allí hacia donde apunta nuestra política, que busca democratizar el uso del espacio público, fortalecer el transporte público y lograr que las vías sean correctamente compartidas para que todos podamos disfrutar de una mejor calidad de vida, añadió para concluir el ministro en debate con El Mercurio.