Sin primarias ni elecciones internas: La realidad del Partido «Por la Democracia»

“Es súper criticable que un partido que se llama Partido Por la Democracia no tenga elecciones”, dice con resignación Tucapel Jiménez.

El diputado reconoce su incomodidad frente a dos situaciones que contravienen el nombre de su partido: el arreglo entre el girardismo y el laguismo para llevar una lista de consenso a las elecciones internas del PPD, con las que el alcalde Gonzalo Navarrete se someterá a un “apruebo/rechazo” para presidir la colectividad el próximo 22 de mayo; y segundo, por el bochornoso episodio que dejó a la coalición gobernante fuera de las primarias del Servel para las elecciones municipales.

Tanto los alcaldes caudillos del partido que se niegan a participar de una primaria, como el acuerdo que terminó por hacer del proceso de elección de directiva una formalidad, son elementos que han puesto en entredicho qué tanto están participando las bases efectivamente. No solo a nivel de PPD, sino a nivel de Nueva Mayoría en general.

Sin voluntad de primarias

Foto: AgenciaUno

A través de caravanas y manifestaciones, militantes de la DC y el PS se han movilizado en la comuna de Conchalí exigiendo que el actual alcalde, Carlos Sottolichio (PPD), se abra a participar en primarias en el sector. Incluso este lunes llegaron miembros de las juventudes socialistas a la inauguración de la nueva Farmacia Comunal  (que contó con la presencia del diputado Daniel Farcas) con un lienzo que decía: “Conchalí exige primarias”.

Manifestación que, según cuentan testigos, fue reprimida a patadas por funcionarios de la municipalidad.

«El último trimestre del año pasado intentamos buscar un acuerdo a nivel comunal para llegar a un proceso tranquilo de primarias y se lo comunicáramos a las dirigencias nacionales, pero no fue posible porque el Partido Por la Democracia no lo ratificó», asegura el candidato a alcalde de Conchalí por la DC, Alejandro Vargas.

También apoya las primarias la candidata del PS, Marcela Rosales. “El criterio debió haber sido primarias en todas partes, la ciudadanía es la que mejor puede solucionar los problemas. Dejar esto en manos de los partidos políticos demostró una vez más lo nefasto que es esto, porque en las cúpulas hay mucha corrupción y arreglos que no dejan participar a las bases. Nadie quiere ceder, hay familias de los dirigentes involucradas, entonces por supuesto que no querrán perder esos privilegios”, asegura.

Sobre el tema de las familias, uno de los ejemplos es cómo el presidente del PPD, según publica El Líbero, se opuso a realizar primarias en Lautaro y Vilcún, comunas en que son alcaldes su tío y su esposa respectivamente.

Volviendo a Conchalí, Rosales agrega: “Va a ser complicado reponer las confianzas dentro de la Nueva Mayoría. Te lo digo de antemano: si en la comuna de Conchalí no hay primarias, aunque sean convencionales, como Partido Socialista no vamos a apoyar al actual alcalde por ningún motivo”.

Lo ocurrido en Conchalí está lejos de ser la única experiencia de este tipo. El diputado Fuad Chahín, en entrevista con CNN, lo dijo de esta forma: “El partido que más se ha resistido a llevar a sus alcaldes a primarias es el PPD. No quieren Lo Prado, no quieren Lo Espejo, La Pintana, Conchalí, Huechuraba, Punta Arenas, Lautaro. No quieren en ninguna parte”.

Un ejemplo de la intransigencia generalizada, según cuentan desde el PPD, se dio a la hora de discutir entre las comunas de La Cisterna –donde es alcalde el PPD Santiago Rebolledo hace 12 años- y El Bosque –donde lo es desde hace 26 años Sadi Melo (PS) , quien iría por los 30-. En ambos casos los partidos no dieron su brazo a torcer.

En el caso de la Pintana, el actual edil Jaime Pavez  lleva 24 años en el cargo. Además de esto, ha sostenido –al igual que hizo en 2012- que no se postulará a una reelección si debe someterse a primarias.

Cabe destacar que la gestión de Pavez ha contado con diversas irregularidades: una investigación de la Fiscalía sobre cómo construyó el imperio que lo llevó a una fortuna de $3 millones de dólares,  una condena por violencia intrafamiliar, una demanda a su ex pareja por el 50% de la participación –no declarada hasta ese entonces – en dos establecimientos educacionales de la comuna, el desvío de fondos de la municipalidad al club de fútbol Deportes La Pintana, etc.

“Él no es un personaje probo. No cuestiono que pueda ser candidato, pero sí cuestiono el que con esos antecedentes el PPD lo esté defendiendo y oponiéndose a primarias en la comuna de La Pintana”, afirma la candidata a la alcaldía de la comuna, Claudia Pizarro (DC).

“Así como Christian Vittori (alcalde de Maipú) quedó fuera de la DC por su vínculo en el Caso Basura, deberían hacer  lo mismo con Jaime Pavez”, agrega Pizarro. La DC en Maipú decidió apoyar al Consejero Regional, Freddy Campusano.

Desde el PPD, niegan haber sido intransigentes. Gonzalo Navarrete asegura que esa fue la actitud que se dio en el resto de los partidos. “Había voluntad expresa del PPD de tener primarias. Pero si la DC, el PR y el PS dicen que no están disponibles para  hacerlas donde tengan alcaldes, ¿por qué las haremos nosotros?”, dice.

Un ejemplo de la intransigencia generalizada, según cuentan desde el PPD, se dio a la hora de discutir entre las comunas de La Cisterna –donde es alcalde el PPD Santiago Rebolledo hace 12 años- y El Bosque –donde lo es desde hace 26 años Sadi Melo, quien iría por los 30-. En ambos casos los partidos no dieron su brazo a torcer. Con la DC, habrían tenido el mismo problema en comunas como Los Andes (donde es alcalde Mauricio Navarro, cuestionado por una concesión irregular de estacionamientos en calle Arturo Prat) o Macul (donde lo es desde 1990 Sergio Puyol, quien además fue alcalde de Ñuñoa previo a la dictadura).

El diputado del PPD Guillermo Ceroni se manifestó contrario a estas prácticas: “No estoy de acuerdo con que ningún candidato se niegue a primarias. Yo fui unos de los pocos diputados que fue a primarias y fue muy democrático, muy movilizador de la gente. Negarse no me parece justificable, ya que no pueden haber candidatos protegidos. No se puede decir unos sí y a otros no”.

Tucapel Jiménez concuerda: “Acá primó el acuerdo entre cuatro paredes, la lógica del que tiene mantiene. Un acuerdo tan repetitivo pero que sigue existiendo, y que va en sentido contrario de lo que la ciudadanía pide”.

La lista de consenso que buscó excluir a Marco Antonio Núñez

La futura directiva del PPD ha sostenido una serie de conversaciones con los altos dirigentes del partido, en las que ha pedido directamente un pacto de “no agresión” pública entre sus militantes.

Las críticas a la G-90 -especialmente a Rodrigo Peñailillo y al ex administrador de La Moneda, Cristián Riquelme-, a la alcaldesa de Santiago Carolina Tohá y las voces de militantes históricos como Pepe Auth diciendo que el partido “no tiene futuro”, no han gustado dentro del PPD.  Eso fue motivando  que las facciones más poderosas del partido, el girardismo y el laguismo, impulsaran un proceso de lista de consenso para la próxima mesa directiva.

A esto se suma el rechazo creciente de la figura del ex presidente de la Cámara Marco Antonio Núñez, que ha tenido desencuentros públicos con el actual presidente de la colectividad, Jaime Quintana.

Núñez es conocido como “El Cisarro” y el “Chanta” en Los Andes, distrito del que es diputado desde 2006. Los apodos –que también se extendieron en la Cámara durante su período como presidente- se deben a la red de poder e influencias que armó el parlamentario en la zona, catalogado como un clásico “caudillo político” por concejales locales. Inicialmente cercano al girardismo, se fue alejando del sector e internamente ha trabajado para convertirse en uno de los nuevos “poderosos” dentro del PPD.

Núñez, según cuentan en el partido, tenía la intención de competir por la presidencia del partido. Sin embargo, habría sido vetado por el laguismo, debido a las intenciones del “Cisarro” de optar por el cupo senatorial que actualmente tiene Ricardo Lagos-Weber en la quinta región. A eso se suman las diferencias personales que se han acrecentado entre él y el senador Felipe Harboe.

Desde el PPD dicen que el veto a Núñez terminó imponiéndose, pese a no ser mayoría. Si bien el futuro presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, destaca que el diputado podría haber competido, asegura que el mandato específico de la lista de consenso era “la unidad y una convivencia interna necesaria. Y Marco no es representativo de eso”.

Núñez finalmente descartó competir por la presidencia al no tener la fuerza para derrotar al girardismo y al laguismo, y optó por el cargo de vicepresidente. El sistema de elección interna estipula que los vicepresidentes son cargos unipersonales, para lograr representatividad de sectores minoritarios. Si bien la presidencia y secretaría general están definidas, a fines de mayo sí habrá competencia por ser parte de la mesa desde las vicepresidencias. Un cargo fácil de obtener en votos para Núñez y que le permitirá mantener figuración e incidencia en el partido.

Finalmente, las negociaciones internas dejaron a Navarrete -girardista- como presidente y a Jofré de secretario general.  Además, como parte del acuerdo irán por los cargos de vicepresidentes Verónica Pinilla, jefa de gabinete de Carolina Tohá en la municipalidad de Santiago; Eduardo Vergara, activista por la legalización de la marihuana y cercano a Lagos Weber; Germán Pino, concejal por La Granja y perteneciente, junto a Jofré, del sector “tercerista”, que negocia con el laguismo y el girardismo; Ximena Órdenes, ex intendenta de Coyhaique y Alejandro Vega, cercano a Harboe. Además se mantienen en la mesa los girardistas Jaime Quintana y Óscar Santelices.