Durante el fin de semana se supo de un nuevo y vergonzoso caso de violencia de género en el país. Nabila Riffo Ruiz, de 28 años, fue encontrada en su hogar en Coyhaique con fracturas, en su cráneo, en su mandíbula y sin sus ojos. La dejaron en la calle tirada, hasta que vecinos se dieron cuenta y la trasladaron al centro médico más cercano. Hoy continúa grave en el Hospital Regional de Coyhaique, en un coma inducido debido a lo delicado de su estado.
El principal sospechoso es el marido de la mujer, Mauricio Ortega, quien fue interrogado por la policía y dejado en libertad tras negar cualquier tipo de participación. Más increíble aún que no hayan detenidos a más de 48 horas del hecho, es que la pareja y principal sospechoso del crimen, ya tenía historial de violencia contra Nabila.
En junio de 2015, Ortega llegó hasta el domicilio de Nabila Riffo con un hacha, rompió la puerta y amenazó con matarla. Tras eso, Ortega solo quedó con un tratamiento por violencia intrafamiliar y con firma mensual en la Fiscalía, porque el Ministerio Público lo tipificó como «violación de morada y amenaza simple». «Hubo una denuncia y un caso hace un año en relación a las mismas personas. Él está sujeto a una suspensión condicional del procedimiento acordada con la víctima en su momento. Las condiciones eran firma mensual en la Fiscalía y debía hacerse un tratamiento e intervención», dijo el fiscal regional de Aysén Pedro Salgado a Emol.
Ortega, en palabras del fiscal, es el principal sospechoso. Aún así, según Salgado en la Fiscalía siguen «desarrollando la investigación para establecer los hechos y a partir de eso reconstruir lo que ocurrió y poder establecer las responsabilidades».
Hoy hasta la propia presidente Bachelet se mostró indignada por el hecho. «No vamos a tolerar este tipo de ataques, estamos trabajando duro, con pasos concretos, para ponerle fin a la violencia de género que hoy vuelve a mostrar su peor cara, su cara más deleznable», aseguró.