En entrevista con La Tercera, el rector de la Universidad de Valparaíso y vicepresidente del Consejo de Rectores (CRUCH, que reúne las 25 universidades estatales y «privadas tradicionales») dio detalles de la reunión sostenida el día viernes, a la que acudieron también la ministra de Educación, Adriana Delpiano, Nicolás Eyzaguirre, titular de Segpres, el representante de los planteles estatales, rector Ennio Vivaldi, y el de las instituciones regionales, Patricio Sanhueza.
«Fue una conversación útil y amable, pero poco convincente, estimo, para una y otra parte», señala Valle. El rector de la UV crítica que se les asegurara que la educación pública se vería beneficiada por aportes basales vía ley de presupuestos, pero sin algún indicador, porcentaje o ítem de gasto o inversión determinado. «El ministro Eyzaguirre trató de convencernos de que se fortalecerá la educación pública, pero en la práctica se consolidará el mercado privado, transfiriendo mayores recursos públicos a ese sector. No hay ninguna señal acerca de cómo cambia esa cuantiosa transferencia de recursos», criticó.
Además, disparó contra el sistema de financiamiento que propone el gobierno, el que les fue explicado con más precisión. «El ministro Eyzaguirre explicitó que el crédito con aval del Estado continuará de por vida, incluso para universidades que podrán fijar sus aranceles libremente. ¿Hasta cuándo forzarán el endeudamiento para que los jóvenes puedan estudiar? Donde hay recursos públicos no puede haber libertad de precios, al menos para quien hace uso de ese beneficio», acusa.
El rector Valle fue enfático en criticar el rumbo de la reforma y las posibilidades que tiene de transformar la educación chilena: «Si no es posible a partir de estos cambios incrementar las oportunidades de elegir entre lo público o lo privado, ni terminar con los incentivos a la privatización, si no contribuyen a fortalecer la complejidad y calidad de las instituciones públicas, y la gratuidad será el único eje del nuevo financiamiento público, esta ley no transformará el actual estado de cosas», analizó, para luego concluir que «la decisión en educación seguirá respondiendo más a una lógica de mercado que a una relación de carácter cívico y de orden público».