La abanderada chilena de los próximos Juegos Olímpicos de Rio 2016, Erika Olivera, habló desde Brasil y explicó por qué denunció a Ricardo Olivera Barraza luego de 20 años, pese a que es probable que el hombre acusado jamás enfrente a la justicia por prescripción del delito.
En conversación con el diario La Cuarta, la deportista señaló: “Ver a mi padrastro frente a frente, en un tribunal, sería una forma de hacer justicia y un trecho menos que recorrer en la más larga de mis carreras, la de mi sanación”. Olivera concentra por estos días la atención de todo el país tras el impactante artículo que el periodista Rodrigo Fluxá publicó el pasado fin de semana en la Revista Sábado de El Mercurio.
“La verdad es que no sólo hice la denuncia por una cuestión moral, también lo hice para resguardarme de acusaciones por calumnias, tras la entrevista a la revista Sábado de El Mercurio”, añadió la maratonista, quien desde que obligó a su padrastro a reconocer las violaciones ante sus hermanos, este verano, no ha tenido más contacto con él ni con su madre.
No obstante aquello, su padrastro al parecer se adelantó a la formalización y huyó del país raudo a Mendoza un día después de revelada la historia. El mismo domingo cruzó el paso Los Libertadores para evitar el escarnio público y la investigación que la Fiscalía Metropolitana Sur abrió el lunes por las supuestas violaciones y abusos que Erika sufrió entre los 5 y los 17 años.
Raúl Guzmán, fiscal Regional Sur, señaló al respecto: “Efectivamente vamos a esperar que se cumplan estas diligencias. La declaración de prescripción es una declaración de carácter jurisdiccional, es decir, un tribunal de la República es quien debe pronunciarse al respecto”.
La Fiscalía explicó que hay que ver todos los antecedentes porque dentro de los delitos que puede encerrar este caso, algunos de ellos podrían estar vigentes y dar pie a un proceso formal. También es posible que pase a la justicia antigua radicada hoy en el 34 Juzgado del Crimen de Santiago.
Sobre el hombre que abuso sistemáticamente de ella durante 12 años, Erika cuenta: “En febrero abandonaron la casa de Puente Alto y se escondieron en la casa de una de mis hermanas, en Pudahuel. Es que si ese hombre se quedaba allí, considerando su religión corría riesgo de que lo lincharan”.
Junto con ello, Olivera ratificó que postulará como candidata independiente a diputada, con apoyo de Renovación Nacional.