Décimas Desconcertadas: El mal de muchos, de Jorge Coulón

Que todos somos corruptos
dijo con pétrea faz
aquel corrupto sagaz
contento de su exabrupto
No existe un final abrupto
en la política dura
quien actúa con premura
eyacula precozmente
y se pierde torpemente
el gusto de la aventura

Todos somos responsables
dijo el rostro inexpresivo
de un agente represivo
que no se asume culpable
Por qué ha de ser condenable
hacer lo que me ordenaron
y luego todos callaron
mirando para otro lado
como valientes soldados
que por la patria juraron

Todos evaden impuestos
dijo sin ningún pudor
el contumaz evasor
con un displicente gesto
Se manifestó molesto
de ver tanto periodista
interesado en la arista
oscura de su negocio
«yo doy trabajo y no ocio
y Uds son comunistas»

Sabemos que el mal de muchos
es consuelo de los tontos
pero aprendemos muy pronto
que es más tonto hacerse el cucho
Ahora el rey está pilucho
no hay refugio en el rebaño
el responsable del daño
que confiese, diga y hable
no todos somos culpables
de este formidable engaño