Gloria Álvarez, la guatemalteca co-autora libro «El engaño populista» que escribió junto al abogado chileno Axel Kaiser, conversó este viernes con La Segunda acerca de sus observaciones sobre el momento que vive nuestro país y el futuro al que, considera, Chile se está acercando. La politóloga de 31 años se hizo conocida en 2014 luego de viralizarse el video del discurso que pronunció en el Parlamento Iberoamericano de la Juventud, en el que criticó y denunció el populismo en Latinoamérica.
Fue así como Kaiser la conoció y la invitó a Chile proponiéndole escribir en dueto el libro que revisa los gobiernos de los Presidentes nacionales y los critica por sus discursos y formas de gobernar. Liberal. «Él es sumamente académico, es muy riguroso», afirma la joven liberal.
Tras ser consultada acerca de que si considera que el gobierno de Michelle Bachelet es populista, Álvarez afirmó que «deteriorar un país te toma tiempo, medidas y atentar contra ciertas libertades y lógicas económicas. Destruir un país tan institucionalizado como Chile te va a resultar mas difícil que, por ejemplo, destruir un país como Nicaragua. Si empiezas a analizar los discursos, la manera en que vive la población, las medidas de gratuidad que ha prometido, claro que puedes ver tintes de populismo».
Para la mujer, si Chile continúa con estas políticas puede acabar en la misma situación que Cuba o Nicaragua. «Si (Bachelet) continua con un discurso que es exactamente el calco de los que daba Chávez en el 98 y Fidel Castro en el 60, vas a llegar a los mismos resultados. Tomando las misma medidas se llega a los mismos resultados».
Llama la atención la visión que tiene Gloria Álvarez sobre la demanda estudiantil de educación gratuita y las medidas del gobierno para, supuestamente, garantizarla «En la vida no hay nada gratis, todo tiene costo. El simple hecho de prometer algo que no existe es populista. ¿Qué va a pasar? ¿Vas a esclavizar a los maestros?. La gente para que produzca algo hay que pagarle un sueldo. Y a ese sueldo alguien tiene que ponerle plata. A menos que regresáramos a la esclavitud, entonces ahí tal vez podríamos hablar de algo gratis».
¿Pero entonces, cómo garantizar la educación en un país? La solución de la politóloga es práctica e interesante: «El que realmente se quiere educar vive en la primera generación de la humanidad con acceso a toda la información a través de la tecnología. (…) Yo creo que la gente por sí mismo cuando se organiza también es capaz de hacer caridad».