Las claves de la ofensiva del Ministerio de Educación contra Roxana Pey

«La única prioridad que existe es la viabilidad del proyecto institucional. Es la única razón por la cual se toma esta decisión. Es una decisión difícil, pero muy responsable», declaró ayer Alejandra Contreras, la directora de la División de Educación Superior (Divesup) del Mineduc. Fue ella la encargada de responder a la prensa luego del segundo comunicado que emitió la cartera, que contradijo a Roxana Pey e insistió en la capacidad legal para pedir la renuncia, ya que los estatutos de la nueva universidad pública aún no han sido publicados.

Además, Contreras se defendió de las críticas por posibles transgresiones a la autonomía universitaria: “Mal podríamos hablar de un atentado a la autonomía cuando en realidad esa autonomía no se puede ejercer en cuanto no existen las personas que la ejerzan ni los marcos normativos que la regulen».

Según el Mineduc el motivo de la petición de renuncia a la rectora de la futura Universidad de Aysén fue resguardar “la viabilidad futura del proyecto universitario comprometido la comunidad de Aysén”, alegando que los estatutos que iban a ser publicados la próxima semana la pondrían en riesgo. Además, el Mineduc señaló que las críticas públicas de Pey a la implementación de la gratuidad y el financiamiento al futuro plantel “no han tenido en consideración el debate público sobre la gradualidad y avance de la gratuidad universitaria”. Esto le fue explicitado a la rectora en la carta donde se le solicita la renuncia. En ese texto, enviado el miércoles a primera hora a Pey, se le recordaba el complejo escenario económico en el que se implementa la promesa de campaña.

La solicitud de renuncia no sólo logro unir al Consejo de Rectores luego de meses de divisiones en torno a la reforma a la educación superior y dar nuevos argumentos a los dirigentes del movimiento estudiantil para criticar a Delpiano, sino que también dividió a la Nueva Mayoría en un momento en que al fin parecía haber un ambiente de consenso respecto a las limitaciones y gradualidad de la gratuidad y la reforma. La división del oficialismo en torno al tema expresa que existen motivos en la petición de renuncia de Pey que no son del todo “técnicos”, como ha expresado el ministerio.

Las escasas redes de Roxana Pey en la región

“Diversos actores regionales manifestaron su inquietud al Ministerio de Educación respecto a la implementación y las decisiones en torno a la puesta en marcha de la nueva institución estatal.” Sin especificar a quiénes se refería, la advertencia en la declaración del Mineduc, no pasó inadvertida para quienes han seguido el desarrollo de las dos nuevas universidades regionales. Las nuevas instituciones estatales fueron reclamadas por las redes políticas locales desde un primer momento.

Así, el senador Ignacio Walker declaró ayer que “el nombramiento de esta rectora en Aysén ha sido una anomalía de principio a fin”. El expresidente de la DC, cuyo hermano Patricio es el senador por la circunscripción de Aysén y enfrenta múltiples cuestionamientos por su rol en el financiamiento de empresas pesqueras al diputado Iván Fuentes, puso en duda los antecedentes que se tomaron en cuenta para nombrar a Pey, que en sus dichos es “una persona que ha sido cuestionada desde el principio por múltiples factores”. En tanto, asesores del senador Patricio Walker señalaron que él no comentaría el tema con este medio.

Desde la intendencia de Aysén también dijeron que el intendente Jorge Calderón (PRSD) no se referiría de momento a la renuncia, pese a encontrarse por estos días en Santiago en una ronda de reuniones. En junio pasado, en tanto, el propio Calderón sostuvo una reunión en Santiago con la Subsecretaria de Educación Valentina Quiroga y Alejandra Contreras, jefa de la División de Educación Superior, y el Seremi de Educación de Aysén, Patricio Bórquez.

De acuerdo a Bórquez (PS) en esa reunión sólo se tocaron temas presupuestarios, dándole cuenta a la recién asumida Contreras, quien provenía de la comisión Ingresa (nombre para la Comisión Administradora del Sistema de Créditos para Estudios) de los avances en la Universidad de Aysén. Bórquez declaró a El Desconcierto que no existían conflictos con Pey, sino que «diferencias en torno a cómo hacer viable el proyecto de la universidad regional».

El partido regionalista Somos Aysén, cuyo líder es el senador de la zona Antonio Horvath, cuestionó que al Mineduc le molestara la inclusión del Consejo Social dentro de la estructura de la Universidad de Aysén propuesta en los estatutos entregados a Delpiano en marzo. “Vemos que por una decisión política, se está poniendo en riesgo la autonomía universitaria que esperamos tenga esta naciente institución. ¿Se espera que la Universidad de Aysén sea un servicio público dependiente de Santiago, con lo que esto ha significado en aspectos relevantes para la región?”, señala un comunicado emitido el día jueves.

La creación del Consejo Social Transitorio, heredero del Comité Ejecutivo que sentó las bases para la creación de la universidad, fue precisamente una vía para dar un mayor protagonismo a los ayseninos. Fue, también, una estrategia para tejer redes en un ambiente fuertemente marcado por la identidad local y la desconfianza hacia el centralismo, reforzada luego del conflicto del 2012. El Consejo Social Transitorio lo componen 14 personas, entre representantes de organizaciones sociales como juntas de vecinos, estudiantes secundarios, ONGs, el sector productivo y más.

Sin embargo, este consejo sesionó ayer en forma urgente ante la disputa con el Mineduc y no tuvo unanimidad para respaldar a Pey. Patricio Segura, presidente de la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén y miembro del consejo, señaló que “la decisión del gobierno nos preocupa”, agregando que “el gobierno puede dar todos los argumentos que quiera, pero acá se tomó una decisión porque la máxima autoridad de una universidad estatal no se cuadró con un proyecto de ley”.

Flanco abierto con los rectores

Si bien el Mineduc hizo públicos sus argumentos legales citando el inciso final del artículo 3° transitorio de la Ley N°20.842 que creó las nuevas universidades regionales de Aysén y O’Higgins, sentenciando que “desde su nombramiento y hasta la publicación de los estatutos de la universidad, el Presidente de la República podrá, por motivos fundados, remover al rector”, la debilidad del argumento en el actual momento político provocó reacciones desde el Consejo de Rectores.

La Dirección Jurídica de la Universidad de Chile, en un documento que fue distribuido ayer a los miembros del Cruch, postula que esa condición no se cumple, ya que por motivos fundados sólo se entendería “un actuar deficiente o negligente en las tareas que (al rector/a) le han sido encomendadas para este período inicial de instalación de las universidades”. “No corresponde una solicitud de renuncia por una ‘simple pérdida de confianza´; como sería, por ejemplo, discrepar con las políticas del Gobierno de turno”, agrega el documento.

Además, los juristas de la U. de Chile refutan el argumento del Mineduc respecto a que el cargo de Pey sería “de confianza” de la Presidencia: la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado señala en el inciso tercero de su artículo 40 que “los jefes superiores de servicio son de exclusiva confianza del Presidente de la República, con una sola excepción: los rectores de las instituciones de Educación Superior de carácter estatal”.

La rápida reacción de la “casa de Bello” y su rector, Ennio Vivaldi, no es casual: la Universidad de Chile es la institución “tutora” de la nueva Universidad de Aysén, y ha acompañado permanentemente el proceso. La ofensiva del Mineduc contra Roxana Pey se consideró como una más de una serie de desaires de la administración de la Nueva Mayoría a las universidades públicas, los que explican la crítica posición que ha tomado el Consorcio de Universidades Estatales de Chile, Cuech, respecto a la reforma educativa.

En tanto, la argumentación del Consejo de Rectores ha girado en torno a defender el derecho de Pey a emitir críticas al presupuesto asignado para la puesta en marcha de la Universidad de Aysén y disentir respecto de los lineamientos para la reforma en educación superior. El rector de la Universidad de Valparaíso y vicepresidente ejecutivo del Cruch, Aldo Valle, declaró luego de la sesión que sostuvieron en el hotel San Francisco que expresaban públicamente su reconocimiento a la rectora Pey: “Ha hecho su mejor desempeño como rectora de la U. de Aysén”.

“En la medida en que no se expliquen de manera precisa esos fundamentos que circulan, a nuestro juicio, de manera todavía genérica, no dicen relación con los fundamentos propiamente jurídico-administrativos que, en este caso, procede. Nosotros esperamos que la autoridad política o administrativa actúe consecuentemente”, agregó.

De acuerdo a asistentes a la sesión del Consejo de Rectores, los más críticos con la decisión del Mineduc fueron los rectores de las universidades privadas, tradicionales y laicas: la Universidad Federico Santa María, la Universidad de Concepción y la Universidad Austral. De ellos, el más duro fue el rector de la UDEC, Jaime Lavanchy.

Incluso el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, se cuadró con Pey, señalando que “me parece que no es el momento más apropiado, en un año donde estamos discutiendo la ley de educación superior, que pone este manto complejo de duda sobre autonomía universitaria”.

La visión crítica del rector Sánchez sobre el momento en que se pide la renuncia es compartida por el Cruch y buena parte del oficialismo. El Partido Comunista le dio un apoyo cerrado a Roxana Pey, la facción del PS que lidera Fernando Atria hizo lo propio, y el presidente de la comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Alberto Robles (PR), aseguró: «Me parece un error del Gobierno pedirle la renuncia a una rectora ya imbuida de su cargo, me parece que efectivamente una de las cosas que tenemos que resguardar es la autonomía universitaria».

Algunos de los parlamentarios que respaldaron la medida públicamente fueron el senador y expresidente de la DC, Ignacio Walker, y el diputado UDI José Manuel Edwards, quien señaló que “no está capacitada para dirigir una universidad estatal”. Esto podría explicar las declaraciones del diputado PC Guillermo Teillier, quien señaló que la solicitud de renuncia “proviene de la misma mano que desfiguró el proyecto de ley de la reforma antes de ser enviado al Congreso”.

Mientras rondan los rumores de cambio de gabinete, la alternativa ante la negativa de renunciar de Pey sería que el Vicepresidente de la República, el ministro del Interior Mario Fernández, firmara la destitución, o esperara a la vuelta de la Presidenta para que ella misma lo hiciera. De ser así, no sólo sería la primera rectora de una universidad estatal en Chile, sino que la primera destituida desde que Pinochet sacara de su cargo a José Luis Federici en octubre de 1987.