Ocurrió en febrero del 2016. Olaya Arriagada Jaramillo compró tres cajas de helados en las oficinas de Fruna en Osorno, ubicada en calle Errázuriz, para llevarlas al cumpleaños de su hijo.
Al llegar a casa fue cuando se llevó la sorpresa: apareció un dedo humano en uno de sus helados. Arriagada denunció el hecho, pero desde la empresa indicaron que no había ocurrido ningún accidente en la elaboración de ningún producto y calificaron la demanda como una noticia poco seria.
Al principio, la denunciante quiso llegar a un acuerdo con Fruna, para así evitar tener que llegar a la justicia, pero ante la negativa a hacerlo 8 desde la empresa indicaron que no había ocurrido ningún accidente en la elaboración de ningún producto y calificaron la demanda como una noticia poco seria), decidió tomar acciones legales con el objetivo de tener una indemnización pertinente.
De acuerdo a Bio Bio, y pese a la constante negación de parte de la empresa, la autoridad de salud regional confirmó que si se trataba de un resto humano, por lo que, a más de un año de acaecido el incidente, el 1° Juzgado de Osorno confirmó que la popular fábrica de golosinas debe pagar $5 millones de indemnización a la familia.