El pasado 17 de mayo, el Tribunal Oral de Collipulli concretó el cierre de la investigación por el caso de secuestro del lonko Víctor Queipul, razón por la que ese mismo día miembros de la comunidad de Temucuicui ingresaron a la sala y lanzaron objetos contra el fiscal Enrique Vásquez. Este hecho ocasionó la dura polémica que enfrasca a la Fiscalía y a la organización Amnistía Internacional.
Pero más allá de eso, los familiares del lonko no se dan por vencido y decidieron llevar su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Desde 2015 que Queipul denuncia haber sido retenido en contra de su voluntad por tres personas que no se identificaron y lo tuvieron secuestrado por casi 8 horas. Durante este tiempo le vendaron los ojos, lo amarraron y lo golpearon. Los hombres le pidieron información sobre la ubicación de supuestas armas en poder de la comunidad, le reprocharon su trabajo con las comunidades mapuche y su apoyo a una machi que está siendo criminalizada y le exigieron dejar su trabajo por los derechos de los pueblos originarios. El lonko denunció el hecho ante la Comisaría de Traiguén y posteriormente interpuso una querella formal por los mismos hechos.
Según señaló Vania Queipul al periódico Werkén, «nos dimos cuenta que acá en Chile no hay justicia para nosotros los mapuche. Por lo que vimos el miércoles, nos quedó claro que en Chile se avalan los secuestros y torturas y nosotros tenemos que buscar otras instancias para que esto no se repita. Claramente acá en Chile los mapuche no tenemos justicia y tenemos que recurrir a otras instancias».