Mauricio Ortega persiguió con un bloque de concreto a Nábila Rifo, la golpeó en la cabeza y le sacó los ojos. Ella, según contó, se «hizo la muerta» para evitar que su ex pareja terminara con su vida.
Aún así, la Corte Suprema decidió hoy día que Ortega no es un femicida frustrado, sino alguien que incurrió en el delito de lesiones graves contra Nabila. Así, se rebajó su condena de 25 a 18 años.
La rebaja de la condena fue transversalmente rechazada en las redes sociales.