“Hemos estado buscando administrador de cierre de la universidad, no hay condiciones financieras para mantenerla, ese es el tema de fondo”, aseguró ayer la ministra de Educación, Adriana Delpiano, confirmando finalmente lo que ya era un secreto a voces: El cierre de la Universidad Iberoamericana.
Los problemas económicos que aquejaban a la casa de estudio hicieron inviable el proyecto educativo que tenía, a marzo de 2017, a 2.500 estudiantes y una serie de docentes con sueldos impagos.
El ministerio de Educación realizó un estudio sobre la Iberoamericana, confirmando que “ha incumplido reiteradamente sus compromisos financieros, administrativos y laborales, y como consecuencia de ello existe riesgo serio de no garantizar la viabilidad financiera de la misma, afectando la continuidad de los estudiantes”, además de «incumplir en forma reiterada sus compromisos académicos asumidos con sus estudiantes, por no contar con los recursos educativos o docentes”.
Por ley, el rector Héctor Jara tiene 15 días para realizar sus descargos. Después, el Mineduc se manifestará ante el Consejo Nacional de Educación sobre si debería nombrar administración provisional o de cierre.
En tanto, la Confech solicitó que la reubicación de los estudiantes de la Iberoamericana sea hacia planteles estatales. «En este plantel hay estudiantes de la cerrada U. del Mar que ahora deberán pasar nuevamente por lo mismo. Y queremos evitar eso”, aseguró el presidente de la Fech Daniel Andrade.