Es en Apoquindo 3000 donde se fijó la cita para que los distintos partidos de Chile Vamos presentaran al presidente electo, Sebastián Piñera, sus propias recomendaciones de nombres para integrar el gabinete.
La UDI confía en que Andrés Chadwick integre la nómina pero, también tiene otros nombres como el ex ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez Mackenna, los diputados no reelectos Felipe Ward y Andrea Molina, el ex subsecretario de Desarrollo Social, Miguel Flores, y el ex alcalde de Las Condes, Francisco de La Maza.
En RN, en tanto, barajan cartas como Alberto Espina, la ex ministra vocera Cecilia Pérez, Nicolás Monckeberg y el presidente del partido Cristián Monckeberg, quien ha señalado que, al ser la colectividad que lideró las elecciones parlamentarias, esperan tener una representación importante en el gabinete. En tanto, Evópoli cuenta con cartas como el ex ministro de Transportes Felipe Morandé, la ex subsecretaria de esa cartera Gloria Hutt, el ex presidente del partido, Jorge Saint Jean, y la abogada y ex asesora de la Segpres, Lorena Recabarren.
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El cuarto partido de los que originalmente conformaron Chile Vamos es el PRI. La colectividad entró en una situación complicada al obtener solo un 0,66% de los votos en las elecciones parlamentarias, no logrando sacar ninguna de las 10 candidaturas que presentaron a la Cámara de Diputados.
Estos resultados obligaron a que la semana pasada el PRI decidiera fusionarse con el Partido Democracia Regional Patagónica -que en las elecciones presidenciales de 2013 apoyó la candidatura de Franco Parisi-, para así contar con 26 mil militantes a lo largo del país.
A pesar de esta compleja situación, son al menos tres los nombres fuertes que barajan para el gabinete del próximo gobierno, entre los que están el del ex presidente de la colectividad, Ricardo Israel, la actual presidenta Alejandra Bravo y el secretario general Eduardo Salas, quien obtuvo solo un 2,4% de los votos en el distrito 24.
En febrero de 2017 el PRI tuvo al primer condenado pro delitos tributarios en el caso SQM, Humberto De La Maza. Y en junio de ese mismo año, Eduardo Salas reconoció haber emitido boletas por alrededor de $74 millones a la minera no metálica. A pesar de que SQM rectificó esas boletas ante el Servicio de Impuestos Internos, Salas insistió en que esos servicios sí se prestaron.
Un reportaje de Ciper reveló algo aún más grave: los informes que Salas presentó como respaldo de sus presuntos servicios a SQM eran plagiados de internet y su fecha de elaboración era posterior a las fechas investigadas (2010-2012).
Uno de esos informes es «Relaciones sociales y etnicidad en el espacio Aymara en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá». Fue el primero que Salas presentó ante la Fiscalía para justificar los pagos pero, según detalla Ciper, se trata de una copia de la tesis de grado de magíster en la Universidad de Chile de Sergio Avendaño Pinto.
Entre otros varios ejemplos de plagio que se detallan en el reportaje, hay informes que fueron elaborados originalmente en 2013, dos años después del periodo que justificó Salas. Uno es «Los aymaras del norte de Chile entre los siglos XIX y XX. Un recuento histórico», artículo de Alberto Díaz Araya para la revista Atenea de la Universidad de Concepción, y otro es «Grupos de descendencia y propiedad de la tierra aymara en el altiplano del extremo norte de Chile (Región de Arica y Parinacota)», publicado por Cristhian Cerna, Shirley Samit e Ignacio Fradejas García en la revista Austral de Ciencias Sociales.
«Jamás he cometido plagio alguno», señaló Salas a Ciper.