Protestas en distintos puntos de Santiago en la previa de la llegada del Papa

Luego de que se adelantara en una hora la llegada del Papa Francisco a Chile, los ánimos son en gran parte de expectación por cómo será recibida la máxima autoridad católica por la población y cómo se desarrollará su gira en el país, cuyo itinerario incluye pasos por el Parque O’Higgins y el Templo de Maipú en Santiago, y viajes a Iquique y La Araucanía.

Esto porque, desde hace varios días, en la capital y también en las ciudades que Francisco visitará, se han desarrollado una serie de incidentes como la quema de cinco iglesias en una misma jornada –el pasado viernes–, en comunas como Estación Central, Melipilla, Recoleta y Peñalolén, acompañadas de panfletos que decían: «Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana».

A ello se sumó el grupo de manifestantes que ingresó también el viernes a la Nunciatura Apostólica para protestar por los gastos destinados a su visita, mientras que la comunidad laica de Osorno se ha trasladado hasta la capital para protestar por su emblemática causa de remover al obispo Juan Barros, quien es acusado de encubrir los abusos sexuales de Fernando Karadima.

Estas manifestaciones que cuestionan la llegada del sacerdote y su comitiva se han multiplicado este lunes, en medio de la cuenta regresiva que ha marcado a la jornada, como la que se realizó esta tarde afuera de la embajada de Argentina en Santiago, ubicada en la comuna de Santiago, en la calle Vicuña Mackena. Hasta el lugar llegaron funcionarios policiales que detuvieron a los presentes en el lugar.

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Para la noche de este lunes, también hay una manifestación convocada por el Movilh (Movimiento para la Liberación Homosexual), quienes llamaron a una protesta contra la homofobia y la transfobia. El encuentro, que está fijado para las 21:30 horas, originalmente se realizaría en Plaza Italia, sin embargo, a última hora, la Intendencia la trasladó hasta el Parque Bustamante, lo que para el Movilh fue calificado como “un acto totalmente antidemocrático”.

“Resulta vergonzoso que la Intendencia altere una manifestación pacífica, sólo con el fin de que el Papa no pueda verla. Esto atenta contra la democracia, contra el derecho a la libertad de expresión y contra el Estado laico», señalaron desde la organización.