El alcalde de Puente Alto, Germán Codina, no pudo aguantar su emoción al ver al Papa y se acercó a darle la mano en un acto fuera del protocolo mientras Francisco caminaba con la presidenta Bachelet.
“Lo que hice fue preguntarle si lo podía saludar y me dijo que ‘por supuesto’. Soy de los católicos que se sienten muy felices con el Papa, sobre todo porque ha levantado temas sociales, ha hablado mucho de no olvidarse de quienes más necesitan”, explicó