Durante la noche del pasado domingo, el papa Francisco sostuvo una reunión privada con un grupo de víctimas de abusos sexuales, en la Nunciatura Apostólica. Esto, luego de las disculpas que ofreció durante la mañana del martes «ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia».
La cita fue confirmada por el director de la sala de prensa de la Santa Sede, Greg Burke, quien indicó que «es solo un pequeño grupo y no diremos ni edad, ni sexo, por respeto a ellos».
Además, Burke informó que «el encuentro tuvo lugar de forma estrictamente privada y no había nadie más presente, solamente el Papa y las víctimas. De este modo, le han podido contar sus sufrimientos al Papa Francisco y él los ha escuchado y ha rezado y llorado con ellos”.
El vocero del Vaticano se negó a precisar a qué casos estaban vinculadas dichas personas, pero señaló que la reunión con Francisco se extendió por más de media hora. Es la segunda vez, desde el inicio de su pontificado, que el sumo pontífice se reúne de forma privada con personas que fueron abusadas por sacerdotes.
Greg Burke también destacó que el Papa haya pedido perdón frente a las autoridades civiles chilenas, ya que «eso lo hace normalmente con los obispos y con los sacerdotes». Esto, debido a que se trata de «un mal no solo de la Iglesia, sino de toda la sociedad».
Sin embargo, a través de una declaración en conjunto, James Hamilton, Juan Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz confirmaron que no fueron invitados a la reunión.
«Nos han contado que el Papa se juntó con víctimas de abusos sexuales del clero. Nos han preguntado si nosotros -James, José Andrés y Juan Carlos- estuvimos en esa reunión. No, no fuimos invitados», sostuvieron.
De todos modos valoraron el encuentro y señalaron que es importante que la Iglesia enfrente este tema: «Valoramos que esas víctimas que se reunieron con el papa hayan tenido una palabra directa de la máxima autoridad de la iglesia católica (…) Esperamos que las palabras a esas víctimas, no sean todo lo que se haga. Y se tomen acciones concretas que sancionen a los responsables de todas las víctimas y se establezca la justicia que debió y debe haber en cada uno de los casos. Lo que incluye remover a obispos encubridores y nombramientos que faciliten el escape de un victimario de la acción de la justicia».
Lo último, en referencia a la presencia de obispo de Osorno, Juan Barros, en la iglesia y en las actividades del Papa en Chile, quien ha sido indicado como uno de los encubridores de los abusos cometidos por el ex párroco Fernando Karadima en El Bosque. Según la lista realizada por la ONG estadounidense Bishop Accountability, casi 80 religiosos han abusado de menores en Chile desde el año 2000.