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Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo: De «informante» en dictadura al guardia personal de Juan Barros

Por: El Desconcierto | Publicado: 18.01.2018
Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo: De «informante» en dictadura al guardia personal de Juan Barros juan ignacio Gonzalez |
El obispo que llamó la atención por su agresión a una periodista de Mega tiene una trayectoria controversial, que va desde tener como hombre de confianza a un violador en San Bernardo, trabajar de cerca con la dictadura y su profundo conservadurismo.

No estaba en la primera línea de visita del Papa Francisco en Chile, pero sus últimas acciones – principalmente su férrea defensa de Juan Barros-  lograron captar la atención de la prensa. Es Juan Ignacio González, el obispo de San Bernardo y numerario del Opus Dei.

Primero fue en declaraciones ante los periodistas en defensa del obispo de Osorno, acusado de encubrir a su maestro, Fernando Karadima, en los múltiples abusos sexuales a menores que cometió como párroco de El Bosque: «Mientras no hayan pruebas, nadie puede acusarlo», dijo González.

«Hay que ser sincero siempre y decir la verdad: no lo trataron muy bien los periodistas”, dijo al día siguiente, desde Temuco. “Nosotros los obispos, y el Papa también nos lo dijo expresamente, apoyamos al obispo Barros en su cargo y esperamos que él pueda ir poco a poco avanzando para solucionar sus dificultades”, agregó.

González se transformó en una especie de perro guardían de Juan Barros. Y así quedó claro con el más reciente episodio, que puso todos los focos sobre él.  La periodista Priscilla Vargas, de Mega, llegó al aeropuerto de Iquique para hablar con Barros, pero se encontró con la muralla de González.

«Oye, pero por favor, ya está bueno ya. Córtenla, córtenla, oiga. Ya está bueno ya«, le dijo el religioso, antes de empujarla para evitar que haga su trabajo.

González escudando a Barros

El protector

No es la primera vez que González oficia de protector de religiosos ligados a abusos de menores.

Como cabeza del obispado de San Bernardo, el numerario del Opus Dei fue el principal sostén y apoyo del fallecido sacerdote René Aguilera, reconocido violador de menores, quien incluso llegó el vicario de Educación en dicha diócesis.

Aguilera se suicidó el 9 de septiembre del 2010, colgándose de un galpón en el Templo Santísima Trinidad, solo tres días después de recibir una denuncia de abuso sexzual por parte de un alumno de un colegio católico. «No comprendemos cómo un hombre como el padre René tomó esa resolución. Hay que dejar ese juicio a Dios. Hemos visto a la gente llorando y como obispo miro al cielo y digo: Señor, no lo entiendo, pero tú sí», dijo el obispo González durante la misa fúnebre, según recoge un reportaje de Ciper.

La nota da cuenta, en palabras del presbítero Eric González, de que el obispo González se enteró de la confesión de Aguilera un día antes de su muerte. ¿Cómo? El propio Aguilera confesó ser un pedófilo. Lo hizo ante los vicarios para la Educación de la diócesis. Dijo que tocó los glúteos e intentó besar a joven de 14 años, mientras confesaba a los alumnos del colegio Teresiano de San José.

Su conservadurismo y cercanía con Pinochet

González también es abogado de la PUC. En 1977, en plena dictadura militar, ingresó a trabajar como procurador en el Servicio Jurídico de Carabineros. Después se desempeñó, hasta 1990, en la dirección de Personal de la misma institución, donde alcanzó el grado de capitán.

Fue un estrecho colaborador de la dictadura de Pinochet, según consigna María Olivia Monckeberg, autora de “El Opus Dei en Chile”, en un artículo de La Nación. Participó en la “comisión de servicio” en La Moneda a fines de los 80, en el ministerio Secretaría General de la Presidencia, el centro estratégico de las políticas del régimen.

Fue también candidato al arzobispado en 2010, cuando compitió contra Ezzati. Entonces, el jesuita Felipe Berríos lo acusó en La Tercera de ser informante de la dictadura: “Él trabajó con Sergio Rillón en la oficina que tenía la dictadura de nexo con la Iglesia Católica, pero que no era de enlace, sino de entrega de información y produjo mucho daño en esos tiempos difíciles”.

Del 90 en adelante, ha sido una constante voz conservadora opositora a cosas como el divorcio, el matrimonio igualitario y el aborto. Criticó, por ejemplo, al ministro Fernández por el proyecto de aborto en tres causales: “él, con sus ideas, que son las de un hombre católico, no debería estar de acuerdo con que ésta sea una ley que despenaliza, porque es una ley que permite y legaliza el aborto en Chile, y pone al servicio de las tres causales a todo el aparato médico del Estado y las instituciones del Estado. Y lo establece como un derecho de la mujer”.

Ha dicho contra el matrimonio igualitario que “el designio de Dios no puede eludirse” y disparado contra la “ideología homosexual”: “Pido a los que defienden la ideología homosexual respeto y tolerancia por quienes no pensamos como ellos”.

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